Wednesday, November 22, 2006

Namaste-digo


Normalmente al levantarme, primero me baño, bajo a desayunar en pants y después me pongo el traje para finalmente agarrar mis llaves e irme a trabajar.

Esta mañana fue un tanto diferente. Cuando me disponía a cumplir mi ritualito, abrí la llave de la regadera, dejé la mano tentando la temperatura y, luego de cinco minutos de estar como zombie, el agüita nomás no se calentó. Maldito pre invierno que azota sin piedad nuestra casita en el cerro.

Mara, ya bañada y antes de marcharse, me recomendó que me esperara un rato para dar tiempo a que el mentado calentador hiciera su chamba. Accedí, me despedí de mi mujer, me puse unos pants negros, calcetines negros, playera blanca, y bajé a servirme un plato de cereal, no sin antes saludar a la señora Gloria, quien todos los miércoles nos ayuda religiosamente con la limpieza.

Encendí la tele de la cocina sin darme cuenta del canal y me serví unos deliciosos "Cheerios" con leche. Estaba en la tercera cucharada cuando de pronto escuché decididas palabras femeninas provenientes de la sala: "El joven está hecho un cachote y se ve reguapote con esos pants negros".

Mi pupila se dilató, mi mirada se estacionó en las servilletas de la mesa y la última gotita de leche se me resbaló del mentón convirtiéndome en un tieso y entumido baboso, al que parecía que le estaban apuntando con una pistola por detrás.

Acababa de experimentar acoso doméstico y nadie, más que mi perico australiano, enjaulado y esponjado por el frío, podía defenderme.

No supe qué hacer. No quise moverme ni voltear a ver el color del delantal que había escogido la señora Gloria para esta "ocasión". Mucho menos pretendí mirar si su embate estaba escoltado por una escoba o por una franela color rojo pasión. Tieso, tieso.

Me resultaba incomprensible esto, especialmente porque mis pants negros eran del año del caldo y la combinación con mi playera arrugada y mis calcetines (también negros y medio escurridos de mis talones al estilo Tontín) me hacían parecer más un indigente de Satélite que un fodongo hogareño.

Por otro lado pensé: "Bueno, igual la señora Gloria me ha visto otras veces en mejores fachas y por eso se quedó con la última imagen mía para acosarme". Pero enseguida me repliqué con rencor: "¡No manches Luis, qué barrabasada estás pensando!, ¡actúa imbécil!, ¡di algo!, ¡8 años en el Tec de Monterrey y no tienes capacidad de respuesta cuando te acosa la señora de la limpieza de tu maldita casaaaaaa!??".... "¡Tú eres el de la casa, tú mandas!, ¡tú eres el hombre, estúpido!".

Entre gritos y mentadas internas, me eché otra cucharada de "Cheerios" para ganar tiempo, mastiqué pausado las donitas de trigo, miré a mi perico australiano (al cual casi pude oír diciéndome "Síguete tardando en contestar, idiota"), intenté tomar valor y recordé que Lawrence, mi hermana, acababa de correr a esta señora por impuntualidad dos días atrás. Ni modo. Ahora yo tenía mi propia excusa: acoso.

Aunque Mara le diera instrucciones y yo tuviera que limpiar el resto de la casa en los próximos días, había que actuar y entrarle al dilema como todo y granaderos. Además, ese término de "cachote" se me hacía naquísimo; mínimo "buenote".

Ya estaba yo con la palabra en la boca, el despido firmado y los "Cheerios" ya casi hechos escupitajos cuando la señora Gloria se me volvió a adelantar con un tono de voz más tranquilón: "Ha de terminar uno bien relajado con todo eso que hace el barbón, híjole, qué guapote está de verdad".

Fue el total alivio. Yo no era barbón (nunca lo he sido y jamás podré serlo aunque quiera), así que, ahora sí, me atreví a mirarla. La escoba empuñada estaba estática en el suelo, sin moverse, y los ojitos chiquitos de Doña Gloria no se separaban de la tele que yo había prendido.

El "Namaste" (barbón maestro de Yoga del programa "Hoy" que normalmente se quita la playera y se queda en pants negros antes de hacer su rutina para enseñar sus bíceps y pedir que sus millones de seguidoras inhalen inflando el abdomen y exhalen llevando el ombligo hacia dentro) cautivaba a mi dulce trabajadora doméstica. La hechizaba, la hacía relajarse y sacar todo el aire en pleno quiebre de escoba y la hipnotizaba igual que cuando lo logra el maldito con mi mujer.

Mi trauma de acoso de pronto pasó a indignación. El ego me golpeó y hasta sentí que mi periquito australiano me decía desde su jaula: "Tsssss, eso arde, no eras tú, jaja, era el barbón 'Namaste', tsssss".

Iba a desplumarlo, pero me contuve. Apagué la tele, me fajé ferozmente mi playera blanca en mis súper pants negros (los míos son más caros), dejé mi plato con leche bruscamente en el fregadero y salí de la cocina.

No iba a subir a bañarme sin antes romperle el corazón a la jocosita de Doña Gloria, así que me detuve en la sala, inhalé, cavilé, exhalé llevando el ombligo hacia dentro y, más ardido que un chile en el sartén, le dije sutilmente y en voz bajita: "NAMASTE-DIGO que ese barbón es gay; lo dice mi mujer y, aunque no soy mandil, lo que diga ella es ley. Que pase un bonito día".

16 comments:

Unknown said...

Marido, en verdad que ahora sí me reí, y mucho...pero no cabe la menor duda, eres más guapo que Namasté, de verdad que sí, y aunque todos los días enseñe el abdomen cuadriculado, ya no me interesa verlo, prefiero abrir mi ojos y verte a lado de mi en la cama. Te Amo!
P.d. Puedo imaginar a la Sra. Gloria perdida en la TV jajaja. Y sí, te hubiera tocado limpiar. Un beso.

Anonymous said...

No,no,no, ahora si me muero de la risa, pero quién te dijo que la señora Gloria con lo seria que es te podría hablar así?

Hermano, ahora si me has hecho el día y mira que ya estaba super cansada... de verdad que ocurrente, si por algo pasan las cosas: la falta de gas, los pants negros y sí, los conozco, son más viejos que mi abuelita... perdón Greñas... pero finalmente y por unos instantes te levantó el ego, no te hagas si por eso hiciste tiempo, para ver que más te decía.

En fin, de cualquier manera y aunque el piropo no haya sido para ti sabes que eres un bombón, aunque yo si conozco tu lado horrendo después de levantarte, pero en fin, arregladito te ves mucho mejor, besos

Y por cierto, el Namaste es guapo, sea gay o no

Anonymous said...

Luis: ¿Porqué no te dedicas mejor a la comedia? Por lo que leo, a Mara y a tu hermana y hasta a mí, me hiciste reir. Recuerda no volver a traer esa chamarra. JAJAJAJA. Guillermo

Anonymous said...

Siento decirte que no conozco al Namaste, ni los pants, ni a Doña Gloria.
No entiendo el porqué te quedaste tieso tieso por el comentario de la señora, la verdad no entiendo, qué hay entre esa ñor y tú. Finalmente si hubiera sido para ti el piropo ¿Por qué correrla? No todos tenemos el gusto de emplear a una fémina que valore nuestros atributos. Pero bueno, sigue así y llegarás a ser un Germán Dehesa pero sin aspiraciones intelectualoides, lo cual, por lo menos yo valoro mucho.

Anonymous said...

Una vez más confirmas tu vanidad Carrillo!! Tango que te defiendo por eso y ve....¿así me pagas?.
Digo, dudo mucho que haya pasado por tu mente el peligro del acoso sexual, más bien creo que pensaste "¡Qué buen gusto el de la señora Gloria! y eso que estoy en fachas!", y claro, imagino el golpe anímico cuando descubriste que no eras el dueño de sus fantasías domésticas.
Jajaja!, pero ve el lado positivo, no tendrás que lavar, ni barrer, ni trapear (y con este méndigo frío) .
En lugar de enojarte con "El chico gay del pants negro" (porque coincido en que es gay, o al menos tiene la facha) agradécele el que puedas caminar tranquilamente por tu casa, sin cuidarte de caer en las garras de tu asistente doméstica.
PD: Y sería buen momento para que consideres hacer del Gimnasio tu mejor amigo...digo, para hacerle la competencia !! (ja!)
Besos!

Anonymous said...

Jamás había leído un texto con tanta presunción y egolatría. Carrillo, ahora sí te volaste la barda... ya te perdimos. Eso de..."ocho años en el Tec...", "mis pants son más caros" y lo peor!!!! Sentirte acosado por tu empleada doméstica, eso ya es lamentable.

Anonymous said...

jajajjajaja.....namas te digo que esos adjetivos, por los cuales te sentiste aludido....habla queizas de..tu sabes, cierto narcisimo ...que se confirma al concluir que se referia al yogui...solo quizas

Jorge Jair Melendez said...

Si la señora Gloria te hubiera visto con la chamarra que usas repetida en la redacción se le habría roto el corazón... Qué bueno que elegiste los pants...

Anonymous said...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, y luego de quien saque lo elitista eh? jajaja, es algo obvio despues de vivir contigo 16 años.
Jajajaja pero pobrecita aun asi, no le digas asi, jajajajajajaja ay a mi no me gusta personalmente ese del yoga se me hace guacala , yo solo con europeos o argentinos o canadienses!
punto!
tqm luis

Anonymous said...

AYYY AMIGO!!! está muy bueno tu relato pero mejor aún tu subida vanidad y seguridad, jajaja!!! bien por eso eh!
Estoy pensando hacer un tipo librito "vaquero" con todos tus relatos...

Anonymous said...

Resalto la vanidad, virtud que se debe de mantener pese a los ataques y burlas constantes.
Lo que sí de plano ofende es eso de "indigente de Satélite", como habitante de tan respetable colonia al norte de la Ciudad emito una recomendación para que te disculpes.
Por lo demás... deberías grabar un CD junto a Miguel Briseño para competir con Polo Polo y que pueda ser escuchado en las horas de tráfico en el Periférico para distraer al stress.

Chanfle II said...

Yo lo que creo es que entre sus cualidades de canguro y los pants de Namaste, el señor Carrillo está convertidísimo en el nuevo Alfredo Adame. Vaticino que una vez que se retire del periodismo abrirá un negocio de cangureras, y con lo que gane, pagará sus clases de yoga para seguir cautivando a cuanta ama de casa se le cruce enfrente. ¿Ustedes de verdad le creen que los comentarios de Doña Gloria fueron desatados por el mentado Namaste? Al monte con otros borregos. Si Luisito tiene su encanto, sobre todo en pants y comiendo cerealito.

Ahora bien, esperemos que ya se haya asentado y no quiera colarse de nuez al desfile del 20/Nov, pues ahora ya sólo van fisiculturistas, estilo Namaste, y namaste te cuento que ellos no perdonan. Ellos no son como Doña Gloria.

MOU said...

Hermano, llevo años de conocerte, he leído hasta lo que no escribes y definitivamente este es tu premio no Pulitzer sino Pullitzer (porque ahora si te la jalaste), es el mejor relato que te has aventado y sólo espero que no lo lean en el Reforma porque te dan columna y eso si que muchos no lo tolerarían...amos.
Lo único que le hizo falta es un remate de percusiones con tambores y platillo.

Anonymous said...

Si quieres matarme de risa, lo estás logrando.
Obviamente todos los días, cuando me despierto a tiempo, veo al guapísimo profesor de yoga. Estoy segura que ninguna mujer hace yoga mientas lo ve en la tele por falta de concentración.
Me choca el programa, pero q buena puntada con ese kachote.

Anonymous said...

Eres el colmo de la paranoía, mira que pensar que la Chacha estaba enamorada de ti. Ahora sí te pasaste Muñe.
No se puede andar por la vida pensando que eres un Adonis.

Anonymous said...

EStoy leyendo apenas tus relatos antiguos. Te la rrrrrrrancaste con esto. Está cagadísimo!