Sunday, November 19, 2006

El salto del canguro (Edición especial 10 Aniversario)


Hoy se cumplen 10 años de un episodio del que mis extremidades inferiores no se olvidan.

Todo inició la tarde del 19 de noviembre de 1996. Yo estaba estudiando para un examen con mi compadre Lalo en su casa cuando de pronto sonó el teléfono. Era la señorita (hoy señora) Gaby, quien comenzaba su carrera en la Anáhuac y quien dijo que esperaba vernos esa noche en un coctel que organizaba su universidad en el "MX".

Con una interesante noche por delante, accedimos y quedamos en vernos allá con la organizadora, no sin antes sonsacar a Vivi, una amiguita a quien yo frecuentaba en carácter de no strings attached, a un amigo llamado Willy y a otra conocida de Lalo, que no era fea, sino varonil.

Pasé a mi casa rápido, me bañé, me eché una buena cantidad de "Carolina Herrera" y, al no ver a mis padres, se me hizo fácil dejar un recadito en la cocina diciendo: "Regreso al rato, llevo llaves". Eran las 8 de la noche; yo pensaba retachar por ahí de las 3 AM.

Lalo pasó por mí en su "Spirit" color plata y de ahí fuimos por su amiga (la de aspecto masculino), después pasamos por Vivi (cuya cortísima estatura también recuerdo) y al final por Willy.

Llegamos al "MX" y entramos. Cada quien estuvo con su respectiva acompañante (excepto Willy) y posteriormente nos vimos con Gaby y con su hermana Lore para ampliar la convivencia nocturna. Buen ambiente, lugar fregón, música ad hoc, todo cool.

En algún momento me acordé que traía reloj. Miré las manecillas y eran las 4:30 de la madrugada. También me acordé del mísero recadito que había dejado en la cocina y pensé: "¿Ese papelito me hará el paro con mis padres o ya habrá caducado la tolerancia a estas horas?". Todo se me figuraba a un parquímetro vencido.

Así como no queriendo y con la mirada de mi padre en la cabeza, iba a preguntarle a Lalo a qué hora pensaba regresar. A eso iba yo cuando justamente Gaby y su hermana se acercaron y nos preguntaron si podíamos llevarlas a casa. Bueno, más bien fue Gaby, porque Lore estaba nublada por una que otra copita (5:00 A.M.).

Como los pirrurris de la noche, dijimos que no había problema, aunque internamente empezamos a calcular la mejor ruta para depositar a varias mujeres y a Willy en tiempo récord. Y por si fuera poco, tendríamos que caber los 7 en el "Spirit" plateado, diseñado para 5 plazas. Shit. (5:15 A.M.).

Obstinados, metimos 4 y 3. En el asiento trasero se acomodaron como cucharas Gaby, su hermana, Willy y la amiga de mi cuate. Adelante Lalo era el conductor, y para la cuestión del copiloto Vivi y yo tuvimos que hacernos una sola persona. Parecía parto. Yo era como la mamá canguro con la cangurita en la panza, aunque ambos hacíamos como que ni nos dábamos cuenta de que esto podría originar un embarazo no planeado.

No sé qué fregados hizo con el volante, pero para las 5:30 A.M., nuestro conductor nos colocó en la plancha del Zócalo. En un instante… estábamos rodeados de tarimas con decoración tricolor, además de anuncios de "No pase" y de "Acceso cerrado". Sí, era ya la madrugada del 20 de noviembre de 1996. Aniversario #86 de la Revolución Mexicana, o sea, al maldito Zócalo nadie entra... y menos con aliento alcohólico.

Antes de hallar escape, una serie de luces azules y rojas nos iluminó. Una patrulla nos acababa de dar alcance (nada difícil si se toma en cuenta que nuestro "Spirit" parecía una luciérnaga a la deriva, semilenta y ondulante en medio de la noche).

"A ver Lalo, sóplame", dije al hombre del volante antes de que nos cayera la ley. Tres segundos después, no había duda; estábamos en problemas. El etílico aliento de mi compadre casi me había despegado de mi acto de pasión involuntaria con Vivi, mi cangurita.

"Lalo, no te bajes del coche, no dejes que el poli te quite la licencia y por ningún motivo le hables de frente", insistí, sin darme cuenta de que él haría lo contrario: se bajó del coche, le dio su licencia y le habló tan de frente que hasta parecía acercamiento amoroso en vez de inspección policíaca (5:40 A.M.)

En medio del caos, faltaba algo peor, algo anárquico que coronara la noche de manera funesta. Y de ahí, justo del asiento de atrás, llegó ese "himno a la desgracia" que nos hacía falta: “¡Pinche policía estúpido, no nos puedes hacer nada, maldito naco!”.

Yo pensé: "¿Cuántos chupes habrá requerido Lore para soltar la frase que mis oídos acaban de almacenar?... Ahora sí, estamos legalmente perdidos".

No voy a contar lo demás. De algún modo salimos de ahí y yo fui el último al que dejó Lalo aquella madrugada.

Cansado, harto y con mis piernas preguntándome dónde había quedado la cangurita, saqué las llaves de mi casa, pero… para colmo, la puerta estaba cerrada con segurito. Mi llave era un chiste contra ese candado y, entonces, tuve todas las intenciones de a) reír, b) llorar, c) soltar un grito que se oyera hasta la plancha del maldito Zócalo (7:00 A.M.).

Ya inmerso en un coma cerebral, se me ocurrió echar un vistazo a la barda que rodeaba mi casa. Susurré un glorioso "No está tan alto" frente a un muro de 4 metros y medio y, así de lunático, trepé la pared con la estupidez sujeta a mi espalda (7:15 A.M). Ya arriba, vino el acto final, mi tristísimo final y, así como Amistades Peligrosas cantaban aquella de "Caeré en picao", así se consumó mi desgracia.

Volé por los aires y, al momento de caer, mis piernas de canguro demostraron su inutilidad, pues en lugar de doblarse de manera natural, se quedaron estáticas, temblando, vibrando y ahogando un grito de dolor que se salió por mis orejas (7:23 A.M.).

Me agarré las rodillas y me caí de ladito. Fue el momento en que mi papá abrió la otra puerta y me dijo: "Vi todo, desde tu recadito de las 8 de la noche hasta tu brincote. Buenos días, ya puedes pasar".

10 años después de aquella noche que me dejó paralítico por dos semanas, el "Spirit" de Lalo ya no existe, el "MX" es un vil recuerdo y el mísero desfile del 20 de noviembre en el Zócalo ha sucumbido por orden de la Presidencia.

Pero mis rodillas de canguro… esas que se pulverizaron y se hicieron papilla, ya dejaron de temblar, están de pie, sanas y listas para superar la marca de los 4 metros y medio. Solo necesito un nuevo muro para comprobarlo. De cualquier modo, ¿a quién no le gusta echarse un brinco?

25 comments:

Anonymous said...

A diez años tienes varias cosas que agradecer de aquella noche mi querido Luis.
La más importante fue que la cangurita no quedó preñada, imagínate !! (jajaja); la segunda que no fuiste a parar al bote, donde dicen que tienen rituales de "bienvenida" al tipo Break Montain.
Y la tercera que no se rompieron tus piernas, y aunque puede que nos hayas privado del privilengio de tener un campeón paraolímpico, hoy puedes seguir caminando por la vida feliz!
Buena anécdota la del MX, un antro muy cool en donde me ofrecieron por primera y única vez en la vida una "tacha"...
Feliz Día de la Revolución!!

Anonymous said...

Querido hermano, cómo olvidar esa comiquísima historia?... recuerdo bien que después de aquella noche (bueno madrugada) comenzaste a llegar a tiempo y a dejar los recaditos más explícitos, por aquello de que las rodillas no aguantaran otro acontecimiento del mismo calibre... pero solo a ti se te ocurre saltar esa barda...

En fin, después de 10 años me sigo riendo igual, aunque sé que tu dolor de rodillas al día de hoy aun persiste, y cómo no???

Lo único que me sigo preguntando es: dónde estaba mi señor padre y en qué pensaba al ver que estabas planeando y llevando a cabo semejante atrocidad?

Unknown said...

Cuñis, yo puedo comentar eso, tus padres estaba en la ventana desu habitación cual apostadores: Tú mamá incredula decía: no se tira, y tú papá apostaba por lo contarrio, al ver que su crio se tiraba por los aires...bajo corriendo para levantar lo que quedaba de él con espátula, ya hasta había ido por ella a la cocina, pero jamás imaginó que si hijito estubiera clavado en el concreto de la cochera con las rodillas sin flexionar en su malabarístico salto...En fin, por fortuna sigue completito y con nosotros.

Anonymous said...

Que tristeza:
"Carro" es injusto que despues de que nos narras con lujo de detalle la primera parte del relato, la conclusión la dejas totalmente incompleta.
Exígimos saber que pasó con lo de la cangurita, y no cabe duda de que la bebida nos hace sentir los mejores deportistas del mundo.
Un abrazo.

Anonymous said...

Tu "texto" No merece mayor comentario...Le das en toda la ma...ceta cuando dices "no voy a decir más".

Lucas Carrabias said...

Las aventuras escolares deben merecer una categoría especial en los relatos vivenciales de cualquier persona. Esos primeros encuentros con el alcohol, las farras 'ligadoras', la aventura del carro, tus primeros encuentros con la policía y demás son innigualables. Aunque para mí, resalta la mirada paternal... como siempre o al menos como yo creo debería ser, pendiente de la caída pero permitiendo que te la des.
No sé, es una contradicción muy especial, es saber que están viendo que te vas a dar un super trancazo, permitirlo (en parte regocijarse por ello) y dejar que aprendas... a ser más explicito en tus recados.

Anonymous said...

jajajajajajajajaja, no sabia todo eso, pues no veo porq tanto problema en regresar en la madrugada, yo lo hago cada semana yno hay problema y menos porq tengo mis llaves, y como mi papa ya ni vive aqui , es un problema menos jajaja
tqm luis

Anonymous said...

Ayyy Muñe, no me quedó claro que te pasó, no sé si te rompiste las rodillas, te lastimaste los meniscos, en fin creo que a final de cuentas en el castigo llevaste la penitencia.
Espero que el tiempo no te pase factura y cuando seas viejito tengas que andar con las rodillas dobladas y las piernas pandas porque aquella aventurilla de juventud.

Anonymous said...

No sé si tus rodillas sanaron, pero definitavemente tu cabeza no. Lo que no me queda claro es cómo saliste, ¿acaso diste una mordida?, es decir, ¿infringiste la ley?, ¡qué vergüenza!, ¡qué decepción!, de verdad, ¡qué tristeza! Ja.

En fin, creo que todos tenemos una historia así de nuestra juventud, pero la tuya, en el lugar y en el día en que sucedió, debe ser única... y no es un halago, jaja.

Chida anécdota; de haber sido yo tu padre, hubiera llamado a la policía.

Anonymous said...

Inchi Luisillo Carrillo estás orate, pero he de confesar que lo leí todo y mira que soy un lector muy desarraigado y distraido.

Anonymous said...

DESCARADA DESVERGUENZA DEL HASTA HACE 11 AÑOS JUNIOR DE LA CASA ( ATRIBUTO PERDIDO CON LA LLEGADA DEL PRINCIPE ALEJANDR) DESCARADA PORQUE CONFIESA SU DELITO CUANDO YA PRESCRIBIO PARA TODO EFECTO LEGAL. QUIERO DECIRLES QUE NO EN BALDE LE INVERTI VARIOS AÑOS EN EL AMERICA PARA FORTALECECER SUS PIERNAS. SIEMPRE ESTUVE CIERTO QUE AGUANTARIA POR LA CALIDAD DE LA HECHURA( FUE HECHO Y CRIADO CON AMOR DE MI PARTE E IMPUNIDAD DE SU MAMA) NO OBSTANTE LA LIGEREZA DEL CASTIGO NO FUE SUFICIENTE PARA EVITAR REITERADOS ACTOS DELICTIVOS EN DETRIMENTO DE SU FAMILIA. TANSOLO HAY QUE RECORDAR SUS DESLICES Y BORRACHERAS EN ACAPULCO ( CON LA PROTECCION INCONDICIONAL DE SU ASESOR ESPIRITUAL, COMPLICE Y HERMANA). FINALMENTE HA SENTADO CABEZA Y CUMPLE, ESPERO, CADENA PERPETUA CON SU NUEVA DOMADORA LA CUAL ES ASISTIDA POR DOS RAROS ESPECIMENES A LOS CUALES DEBE CUIDAR A MANERA DE TRABAJO SOCIAL.
LO UNICO PREOCUPANTE ES QUE ESTE TIPO DE EXPERIENCIAS Y EJEMPLOS A ALTERADO LA INMACULADA MANUFACTURA DEL JUNIOR EN VIGOR, ALEX.
BESOS AMIS RETOÑOS

Gabriela García Luna V. said...

Oh-oh creo que recuerdo esa noche tan bien que pensar que han pasado 10 años me hace sentir un poco ruca!

La pasamos bien, aunque esa escena de estar en la plancha del zócalo a esa hora y a unas horas del desfile, creo que no quisiera repetirla!
Denota que tenemos muchas buenas aventuras que contar de aquella época estudiantil donde encontrar un buen plan era lo importante!

Te agradezco las buenas carcajadas que me hiciste tener y ganarme que todos los de mi alrededor en la office me vieran con cara de loca, muchas de estas Luis!

Un beso! Gaby

Anonymous said...

Ya decía yo que tantos años en el América tenían un fin más allá de la simple práctica del deporte futbolero... mira, si nuestros padres no dan paso sin huarache ja ja ja

Y sí, finalmente tu hermana y apoyo incondicional, porque para asesores espirituales solo tu mi querido Luigi...

Que bueno que mi padre dejó claro quienes eran los consens y juniors en la casa... por aquello de las dudas infundadas...

Los adoro (a los juniors y a los progenitores)

Anonymous said...

me imagino que tu pensamiento fue: "prefiero suicidarme a que me maten"......mientras que la pregunta de tu papá era: tendrá las pelotas para hacerlo?.....ups aqui va

Anonymous said...

Recuerdos del MX...
Podrá haber varios pero sin duda será la imagen imborrable de ver a la más matada de la ganeración de la prepa borracha y exigiendo un "arrimón" a uno de los bailarines descamisados que se colocaban en unas tarimas a "hacer favores" a chicas alcoholizadas pero de buen ver.
La compañera en cuestión no midió que sus más de 100 kilos harían estragos del edecan quien cayó de espaldas como metro y medio y con una gorda encima.
No sólo en la lucha libre ves acciones así.

MOU said...

Propongo que para completar tus series especiales de aniversario cuentes la anécdota del jugo de naranja con vodka o mejor dicho vodka con ligero sabor a naranja que precedió a las curvas de Hollywood hills y tus sintilantes despertados sólo para corear 3 segundos de rola y volverte a dormir en la víspera de año nuevo cuando nos perdimos, yo en el mapa y tú en todos los sentidos, no se si ya dije sentidos...

Anonymous said...

No sabes, me reí de tal forma que mis compañeros de Enfoque quisieron ver cuál era el chiste. De verdad que te rayaste. No hay peor cosa que dejar un recadito a los padres(a mi me costó el único regaño de toda mi vida) el destino se venga.
Además quién no ha escenificado a un canguro en una borrachera.

Anonymous said...

Impresionante el brinco que has de haber pegado, te felicito por enseñarnos un ejemplo de lo que es ser intrépido. bien por tus rodillas, que aguantaron 10 años despues.

Mafer said...

Me reí hoooras. no podía parar de reir!

Cheleirut said...

Carro, el blog está de lujo, me hiciste reir un chorro imaginando tu glorioso brinco, pero me late que la jarra estuvo tan buena que te sigue durando el efecto, ¿décimo aniversirio y dices que sucedió el 19 de noviembre de 1996?
De plano sigues en el agua o lo tuyo lo tuyo, no son las matemáticas.
Jajaja

Olis said...

jajajaja, sí me hizo reír...me acordé que hasta a Jason Bourne se le hizo pomada el tobillo cuando cayó de un puente a un barco!!! jajaja, ya no andes de changoooo...

Caro said...

Jajajajajaja esa no me la sabía Luigi, está buenísisisisisisimo!!! A quien rayos se le ocurre saltar de una barda así jajajajajajaja??? Como me acuerdo que a mi abuelita Carmela y a mí nos encantaban las historias de tus romances, primero Gaby, luego Vivi, luego Erika...y no se cuantas mas en el inter...por ahí había una maestra pelirroja no??? La del libro Aura???

Que cómico!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Elianne said...

pocas veces me he reido tanto como ahora!

ERES UN BABAAAAAAAAS!!!

pero me queda perfectamente claro la revolución de sentimientos (entre el reomrdimiento por no haber avisado como se debe, la hora de llegada, el encuentro cercano del 3er tipo con los polis, el miedo de entrar y encontrar a tus papas sentados en la sala esperando, etc) y con el alcohol ya fermentando en la sangre las posibles soluciones al problema terminan en eso....un brinco desde la barda!

lo que me da más risa todavía, es imaginarme a tu papá viendo(casi en cámara lenta, tratando de unicar si de verdad lo estabas haciendo o de plano era su imaginación) como te trapabas cual changuito, después aventándote y cayendo como avioncito de papel mal hecho para finalmente clavarte en el piso como pan tostado con mermelada...con la mermelada para abajo!

jajajaja, te pasaste!

PD. A pesar de tooooodos los años que han pasado desde que ir a un antro y terminar a las 5 de la mañana era una hazaña (y que seguramente iba a ir acompañada de su respectiva consecuencia), sigo...y seguiré ODIANDO los malditos "seguros" de las puertas, que eran el peor anuncio del castigo (o por lo menos regañiza)que estaba por venir...

Flais said...

Sí lo dijiste bien "para que te rías y te rías" lo disfruté mucho y sé que no es bueno quemar a la familia, pero en una ocasión fui a salvar a mi hermana de un lugar de esos en los que sales muy flameado para que mis papás no se dieran cuenta que se había escapado a media noche y en otra ocasión de la Delegación, sí que se divertía, las mías también tenían lo suyo pero nunca le llegué.

Alfredo said...

Luigi Luigi... Te dejo los deberes... basado en tu historia, debes investigar lo que significa este dicho (que no se si lo decís por allí): "Arrmiar la cebolleta". Cuando lo averigues, sabrás por que lo digo... asi que te montaste en el coche con esas dama para arrimar la cebolleta! Un poco de roce.. un poco jiji, un poco jaja... que sucio!!!

Por cierto, Lore ya no dice esas cosas! Por fin se moderó! Un dia te contaré la historia de un pollo por aquí (no recuerdo el pais) que intentó "dar un poco de dinero" a un guardia cicil que le paró... apoteósico...