Monday, September 29, 2008

La importancia de la nunca valorada segunda vez


Estoy convencido: en la mayoría de las ocasiones, la segunda vez es mucho más importante que la primera.

Recuerdo que el núcleo de mi teoría está en los días inmediatos al comienzo de los noviazgos. El día del inicio todo es bonito, pero en el segundo, especialmente tras despertar, viene el nerviosismo. Ahí se define si se da la confirmación de lo hecho el día anterior, o si existe arrepentimiento. Es el momento en que uno no sabe cuál será la reacción, pero si hay convencimiento, entonces sí, arranca el negocio. Es, en ese segundo día, cuando se premia la labor del ligue reciente o se justifica que todo fue un error por andar correteando al amor. Sé de una sinnúmero de relaciones cuya asoleada en el primer día termina transfomándose en una incómoda quemazón en el segundo.

Lo mismo sucede con el trabajo. El primer día es una especie de excusa, es la "adaptación del nuevo" y la consecuente comprensión de lo que puede no hacer bien. El segundo se empieza a trabajar realmente y es, auténticamente, el primero, tal cual sucedía en la escuela.

En cuanto a la facha y a las costumbres, la primera impresión es vital, pero la segunda es más auténtica. Ahí no se escogió la mejor ropa porque se tendría que repetir. Mientras que la primera es la última vez que fuimos quienes no somos, la segunda es la primera ocasión en que nos acercamos a lo que somos. Si en la primera no hay agujeros, en la segunda se vale comenzar a "deshilachar" el romance.

Ni qué decir de las hegemonías. La casualidad muere con la repetición y justo ahí nacen las tendencias. La primera vez representa la única (y última) oportunidad de equilibrio. A partir de una segunda, inicia la historia de vencedores y vencidos. Últimamente sigo mucho los combates de box, y me impresiona el número de peleas que se definen tras la segunda caída del compadre aporreado. Por alguna extraña razón, el réferi siempre cree que el primer misil con el que lo mandan al espacio exterior no es cierto, a pesar de que se pone de pie primero con los codos y luego con los pies. Inconcebible, pero uno "tiene que asegurarse" de que está comiendo muerte hasta que empieza a balbucear como esqueleto.

La amenaza clásica de las mamás de antaño es la famosa cuenta de 3. Porque "a la cuenta de 3", si el niño no reacciona, viene la tunda. Seamos francos: el 1 se lo pasan por el arco del triunfo porque reflejaría debilidad del chamaco desafiante, pero es justamente después del 2 cuando decide si se mantendrá gallito o si es momento de dejar de jugarle al babosito. Normalmente en el 3, ya todo está definido bajo las siguientes premisas: a) el nene obedeció, b) al nene le valió, c) la mamá es incapaz de tocar al nene.

Por eso, en un país tan desconfiado, la segunda suele ser la buena, no la primera. De lo contrario, no existitía el "¿de veras de veras? y el "¿de verdad es cierto?".

Y, finalmente, el cliché de la infidelidad es, por desgracia, un grano de sabiduría que redondea esta teoría: "La primera vez siempre será culpa de tu pareja, la segunda siempre será tu culpa". Ya sea en boca de María Sorté, en las novelas, o de Anthony Hopkins, en su infaltable rollo salomónico dentro de una película, la frase no se ve afectada en su nivel de certeza y contundencia.

Lo que más goza uno de la primera vez, es lo que más teme que desaparezca en la segunda.

22 comments:

La Payne said...

"Lo que más goza uno de la primera vez, es lo que más teme que desaparezca en la segunda"

Creo k esto lo resume todo...

Anonymous said...

cier-tí-si-mo. A la segunda se confirma todo y se cae todo.

Anonymous said...

Mi querido inphi, con todo y que casi siempre le doy la razón, en esta, particularmente tengo sentimientos encontrados...le concedo la razón parcialmente.

Estoy de acuerdo que en el 2o día o 2a vez, siempre estás más alerta en todos los sentidos, esa segunda oportunidad sí puede venir acompañada del mejor emplead@, mejor novi@, de una mejor impresión,etc, porque ya no estás en la "nube" que representa la 1a vez....nube que viene envuelta con ilusiones y miedos que nunca dejan ver con claridad. Y esa emoción del 1er día o la 1a vez no se puede comparar con nada! (aunque las segundas y siguientes efectivamete sean mejores no necesariamente serán más importantes)

Recordemos que si hoy estamos aquí es por una celulita masculina que nado y nado como loca y contracorriente que llegó en primer lugar, no en segundo ni tercero, EN PRIMERO! ja!

David el Terrible said...

TUU TEORÍA TOMA SENTIDO PORQUE CUANDO UNO LO CONSULTA CON LA ALMOHADA, CHALE, AHÍ ES DONDE SE SABE QUÉ FREGAQDOS HIZO UNO.

APORTO UNO: EN UN MISMO GUAYABO, LA SEGUNDA VEZ ES LA MEJOR. JEJE

David el Terrible said...

OYE ELIANNE, PERO PUEDE SER UN ESPERMA EQUIVOCADO. A LO MEJOR EL SEGUNDO ERA EL BUENO, JEJEJE.

Anonymous said...

jajajaja, no hay espermas equivocados! ahí sí gana el mejor...el que aguanto los empujones y codazos pa´llegar :P

La Payne said...

Las primeras impresiones suelen ser muy engañosas...
Vemos principes azules y al despertar del encanto a veces decimos "quien es este sapo!"
Creo en todo se da esto, con todas las relaciones entre seres humanos, somos engañosos por naturaleza y hasta a veces nos gusta ser engañados o seducidos por esa primera vez donde todo es maravilloso y perfecto.
Creo que lo necesitamos de vez en cuando, pero no se puede vivir ahi... es imposible vivir ahi.
Aunque algunos insisten en quedarse ahi vez tras vez pero siempre tendran el mismo resultado.
En algun momento llegara la segunda y ahi es donde confirmas lo que sentiste y pensaste en la primera o eliminas la posibilidad de una tercera!

La primera vez es vital para tener la segunda y la segunda no es garantia tampoco de una tercera
pero el reto esta en no hacer desaparecer aquello que una vez, tan solo una primera vez, hizo que quisieras estar ahi para siempre.

Ricardo Otero said...

Carrille, andas muuuuy meditabumdo...

En el trabajo se puede aplicar el proverbio homérico (Simpson, no el griego) de "it's my first day"... Pero, eso aplicará también para el noviazgo y para la primera vez? Es pregunta, yo no lo apliqué, jaja.

Flais said...

Me ha gustado mucho el blog, está lleno de frases certeras, “tiene que asegurarse de que está comiendo muerte hasta que empieza a balbucear como esqueleto”, ja.

Cuantas veces uno necesita de dos o tres round para darse cuenta de las cosas, no se puede dejar de lado la primera impresión, jamás, pero la segunda o la tercera sí son definitorias. La primera sirve para eso, para impresionar, ganar o como quieras nombrarle conforme a la circunstancia, pero la segunda, define.

Anonymous said...

Mac, se ve que no entenidste ni madres.

Anonymous said...

"Comiendo muerte" uhmmmm, la voy a aplicar en mi proxima narracion del UFC, obvio con tu credito de autoria. Me cae que te volaste la barda con este blog

Anonymous said...

Exacto, en la segunda siempre se confirma la primera. Es el dos que hace valer el uno. Todos conocemos esa famosa frase: dos es uno y uno no es ninguno....salud

Anonymous said...

Tiene usted razón, pienso yo. De acuerdo.

Anonymous said...

DIGNO DE UN ESCRITOR. NOS PONES EN EVIDENCIA, NIÑO!

Anonymous said...

Tienes razón, la segunda vez se podría denominar autenticidad, no cabe duda y es ahí donde o te quedas o te vas...

Anonymous said...

"Lo que más goza uno de la primera vez, es lo que más teme que desaparezca en la segunda": Me gustó la frase

Anonymous said...

jmmmmmmmmm, pues eso si que es cierto, creo que cuando mas gozo una relacion es el primer dia, aunq no he tenido oportunidad de sentirme como dices porque me cortan antes de que pueda sentirme como en la segunda vez! detesto eso! pero bueno, jmmm, no me merecen!
esque ya compredi, yo me merezco a un chico guapisimo, alto, europeo, que me quiera, que em haga reir, que me entienda ah y me compre pan

lo que no te mata te hace mas pedinche! jmmmm

tqm

xosean said...

La infidelidad es culpa del gen alelo 334, la primera, la segunda y todas las veces.

Anonymous said...

La segunda vez es como dices, tal vez más real, pero sin duda no es la más recordada.

Difícilemente recuerdas la segunda vez que besaste a una chica, pero nunca olvidas, para bien o para mal, la primera.

El plano laboral tal vez sea el que más se amolda a tu teoría, pero en el trabajo la capacidad suele mostrarse ante las circunstancias y esas no necesariament se dan el primer o segundo día.

Andas muy filósofo, pero de plano ahora sí tu teoría me pareció más un romántico intento de revalorar a la segunda vez que a realidad.

Jorge Jair Melendez said...

Me quedo con las historias que no llegan al tercer día... Pocas personas merecen ser llevadas a ese extremo...

Anonymous said...

Nunca como ayer tu blog aplico en mi vida personal pero cañón.

"Lo que más goza uno de la primera vez, es lo que más teme que desaparezca en la segunda" no mames que frase tan cabrona.

Anonymous said...

leerte es un vicio, solo comparable cuando me salia de la escuela a comprar el 'Memin Pinguin', jaja.