Wednesday, March 31, 2010

Lol Tolhurst


Hoy miércoles, hablé por teléfono durante 24 minutos con Laurence Tolhurst.

Pasada la 1 de la tarde, él mismo llamó desde su casa en California para enfrascarnos en una de las conversaciones más especiales que he tenido. Me contó de su mujer Cindy, de sus aventuras en febrero por diferentes países como Polonia, Alemania e Italia, de su alcoholismo que caso lo llevó a la muerte en 1989, y de la experiencia de los conciertos celebrados en grandes estadios. Parece que hoy prefiere los clubes chicos y la convivencia familiar.

Hubo risas, hubo momentos en que la voz se le cortaba a Lol al recrear las noches "de oscuridad", como él les llama, y también algo de acidez cuando habló de aquel juicio incómodo en Londres que puso en jaque su reputación.

Para quienes no sepan de él o no les suene el nombre, Lol fundó The Cure, junto a un gran amigo a quien conoció a los 5 años de edad, un tal Robert Smith. De hecho, ambos aparecen en la foto: Lol luce pantalones a cuadros, Robert muestra tenis, y el tercer niño imaginario (atrás) es Michael Dempsey. La imagen data de 1979.

Colgamos cerca de la 1:30 de la tarde, con saludos afectuosos para mi hermana Lawrence y mi amigo Mario, dos añejos fans de The Cure.

Otro sueño... cumplido.

Friday, March 26, 2010

Entrevista


La culichi nos atiende en la agonía del 2009. Repasa su salto a mujer solista, su fobia al engaño y su anónima vida en un departamento rosado en las entrañas. Abunda sobre su capacidad para ser una optimista equivocada, pero acepta su necedad para defender el amor.

"Ante todo, sigo creyendo en el amor, pero sí que duelen los tropiezos en la vida".


Por: In phidelio

Pocos años después de lucir las calcetas bajas y ser una alumna inquieta, acaso rebelde, Jane devora noches escribiendo y presentando sus coplas ante multitudes. Eso le place, incluso más que escoger el atuendo por la mañana o plancharse el cabello, otros rituales que le resultan exquisitos.

"A mucha gente le pasa que un hecho eclipsa lo que hizo en su vida. El haberme divorciado no representará la primera línea de mi obituario. Tengo esperanza, estoy joven".

Tiene una sonrisa adorable, algo irónica, pero ante todo sincera. Canibaliza sus propias uñas y acentúa la pierna cruzada. Posar le acomoda. Cultiva un look entre el diseño exclusivo y la ropa de segunda mano: suéter negro, pantalones azules, blusa roja y zapatos cuyo tacón lleva su altura al 1.65.

Le digo que lo que me gusta de sus temas es que suena como si hubiera dedicado su vida al estudio de hombres, a quienes no les perdona una sola mentira más. Un segundo pecado, pero muy lejos, es la indecisión. "Sí, supongo que mentir es lo peor del mundo", contesta mientras observa el jardín en el que nos hemos reunido. Está meditabunda. Habla del amor a su madre y la admiración a su padre, así los separa. A partir de entonces, recuerda que ella es fruto de circunstancias muy particulares. "Aprendí la mayor parte de las cosas que sé del mundo adulto a través de personas muy, pero muy distintas. El calor de hogar y la tenacidad en lo profesional. Ejemplos muy diferentes y lejanos entre sí".

Cuando niña, su familia era considerada cualquier cosa menos común. Le resultaba liberador descubrir que, después de todo, ella pertenecía a la clase media. No humilde, tampoco forrada. Cero carencias, todo al alcance, pero la felicidad... habría de ser un objetivo personal.

"Ningún viento es favorable para quien no sabe el lugar al que pretende llegar".

Considerada una meticulosa observadora, no analiza a nadie con tanto detenimiento como a sí misma: "Supongo que soy muy insistente. Si decido que voy a hacer algo, por lo general lo hago." Habla despacio, de forma pedante, con cierta monotonía. No le enseñaron a desdoblar matices en la voz. Su acento es tan lúgubre que uno puede llegar a olvidar cuán divertida es. "Pensé que el altar arrancaría ciertos demonios". Hace una pausa. "Pero eso no sucedió".

-Si parece tan tímida, acaso cohibida, ¿por qué quería convertirte en estrella?

Le es fácil responderme. Me advierte que es una forma de ser sociable pero a una distancia segura. Similar a un rockstar sobre el escenario: la gente está ahí, pero apartada de él. Canta temas que son una expresión personal, pero no lo hace en una relación individual con otras personas, sino ante una multitud, una masa. Le es más difícil abrirse con alguien de tú a tú. Entre amigos, todo es más simple. Lo espinoso comienza cuando el amor toca la puerta. Y hay que arriesgarse. En ese sentido, Jane no tiene problema en tomar riesgos.

"He tenido acceso a hombres. Los más leales han sido mis amigos, de todo se aprende. Poseo más amigos (recalca a los hombres) que amigas". Interrumpe y me pide que la frase no quede fuera de contexto. "No lo dije con intención malévola. Los hombres son más simples, por eso conservo muchos más amigos que amigas".

Con del divorcio pensó en abandonar la ilusión. Fue sólo cuando estuvo por hacerlo que se dio cuenta de lo mucho que significaba para sí misma no acostarse con el fracaso. Si bien pasó la mayor del tiempo en un apartamento con una amiga, dedicada a recuperar su anonimato, participó en una nueva experiencia y reanimó su espectro amoroso. El resultado, otra vez trunco, pero fue lo de menos. Estaba de vuelta, amen de una colección de vivencias raras que con el tiempo se convirtieron en relatos nocturnos, absorbidos por el oído de las amigas y revueltos con vodka y cigarrillos.

Un viaje a Japón y nuevos planes de vida. Algo de Dr. Jeckyl y Mr. Hyde: "Hay algo bueno y algo malo en cada ser humano". Siempre lúcida, como en sus escritos que retratan a una joven inquieta con muchas fantasías y pequeñas perversiones sexuales. "Todos las tenemos, hombres y mujeres", ataja sin pena.

Nadaba en los meses oscuros cuando barajó alejarse del amor. "Pensé que era demasiado para mí". ¿Piensas lo mismo ahora?, le pregunto. "No, como te dije, soy necia. Nací para esto y sé que 'llegará'. Eso sí, no concibo salir seis meses para convencerme de una relación. Coincido con mi mejor amigo en que es mejor descubrir el lado oscuro desde ya, sacarlo todo, mostrarlo todo. Y así lo creo. Ya después, habrá mucho tiempo para convivir".

Tiempo. Mira el reloj y agradece la entrevista, desconecta el micro de su blusa roja y me despide con un beso en la mejilla. El resto de la conversación es off the record.

Lo siguiente es pedirle una foto para ilustrar la exclusiva. En esto, a diferencia de los hombres, dice tener una infinidad para elegir... sin equivocarse.

Thursday, March 18, 2010

Licuado de mango


Hoy es jueves. La luz blanca de una lamparota me pega fuerte en el coco. Está a punto de llover. Son las 5:05 de la tarde. Busqué a un amigo de la secundaria y me enteré de que es un buen diseñador gráfico. Comí con Chanfle II por primera ocasión en varias semanas. Sin afán de alarmar, en estos días he escuchado grandes canciones de Elliott Smith, Mark Linkous e Ian Curtis. Quien conozca de música relacionará los tres apellidos. No sé patinar.

Supongo que no granizará. Uso lentes frente a mi computadora. Anoche dormí casi 10 horas. No pienso enfermarme, es una decisión. Hablé acerca de la sonrisa más brillante del domingo. He visto más futbol a últimas fechas. Cumplí 14 años de haberme fumado mi único cigarrillo. Varios amigos me pidieron oraciones. Sé atajar música y descubrir joyas. Volví al teatro. Me reencontré con mi padre y con Joshua. Me he fijado como objetivo conversar telefónicamente con Lol Tolhurst antes de que termine marzo. Disfruto ver por la ventana y como menos pan. Descubrí el licuado de mango y estoy tranquilo. Extraño el cine de Hitchcock.

Me siento amado y por ende bendecido. Me siento bendecido y por ende amado.

Aún no llueve, pero seguro antes de que anochezca...

Friday, March 12, 2010

El fantasma multicolor


Ve, ve, ve, apártalo. No, no, no, no dejes que se quede.

Se mete para quedarse con ella, la boca que sabe, el tú secreto, siempre tú.

Una sonrisa para alejar el miedo, embadurna a este fantasma que baila en la pared... como fresas y crema. Es la única manera.

Exactamente el mismo cuarto, exactamente la misma cama limpia, pero he estado alejado demasiado tiempo, y ahora estoy muy grande para caber.

Hoy quiero estar contigo. Hoy tengo ganas de saltar.

Muchas...