Wednesday, January 28, 2009

Syd


- "¿Señor Barrett?"
- "Sí".
- "He venido a visitarlo".
(No hay respuesta).
- "¿Sigue usted pintando?
- "No, no estoy haciendo nada. Sólo cuido este lugar por el momento".
- "¿Por el momento?, ¿está pensando en mudarse?
- "Bueno, es obvio que no estaré aquí por siempre... Adiós".

Esta conversación entre el periodista Tim Willis y el mítico Syd Barrett no duró más de 30 segundos. El final de la misma fue abrupto, tal cual sucedió con todos los reporteros que intentaron acercarse al fundador de Pink Floyd, recluido en su casa de Cambridge desde 1982, dedicado a pintar, a cuidar su jardín, a ir de compras en bicicleta y a no responder los saludos de sus vecinos.

Según Willis, esta visita que le hizo a Barrett en octubre de 2002 resultó impactante. Se topó con un hombre calvo, diabético y excedido en peso, que respondió a su llamado hasta el tercer timbre y lo recibió en trusa, con voz gruesa y mirada oscura. Nunca abrió la puerta por completo y, si acaso, dejó ver un sillón gris arrumbado en la entrada. Un viejo opuesto al taciturno y carismático adolescente que enloquecía a las groupies empuñando su Fender Telecaster en el club UFO de Londres, a mediados de los años 60.

"Lo mejor que uno puede hacer es no molestarle". El consejo que el periodista había recibido parecía ser el adecuado. La última entrevista que concedió Syd Barrett se dio en 1971, tres años después de haber sido expulsado de Pink Floyd por su colapso mental derivado del consumo de ácidos, especialmente LSD, y que fraguó una de las historias más trágicas y fascinantes en la historia del rock. Mi historia preferida. Mi ídolo.

Barrett escribió en 1967 las letras de The Piper At The Gates Of Dawn, disco debut ubicado entre la fantasía y la psicodelia, entre los laberintos de la infancia y las travesuras de los gnomos. La única ocasión en que Pink Floyd balbuceó como niño.

La historia de la banda no hubiese sido la misma sin los meses intermedios del '67, tiempo en el que Barrett frecuentó el apartamento de su novia Sue Kingsford para "alimentarse" con LSD y activar con ello su propia bomba de relojería. Entre mayo y julio, su comportamiento mutó y su número de parpadeos por minuto descendió considerablemente. Las actuaciones durante la gira sufrieron una metamorfosis y el cuarteto debió adaptarse como su fuese trío durante varias noches al ver que Syd a menudo se quedaba inmóvil, con su guitarra colgando del cuello, la mirada perdida y sin hacer sonar una sola nota.

"And I'm wondering who could be writing this song".
"Jugband Blues", del álbum A Saucerful Of Secrets (1968).


La desintegración fue manifiesta y el vívido recuerdo que tiene Roger Waters de noviembre de aquel año confirma el colapso mental de su amigo: dentro del camerino del Cheetah Club de Santa Mónica, Barrett mezcla un frasco de Mandrax con una jarra de Brylcreem y un poco de ácido. Derrama el contenido sobre su cabeza, se cuelga la guitarra y sale al escenario. La imagen se torna terrorífica, ya que con el calor, la sustancia comienza a escurrirse sobre su rostro, dando la impresión de que es su piel la que se derrite. Los gritos provenientes de las primeras butacas reflejan la contundencia de su descomposición.

"There's someone in my head, but it's not me".
"Brain Damage", del álbum Dark Side Of The Moon (1973).


El despido llegó en enero de 1968 y no fue sino hasta siete años después que un hombre afeitado de cabello y cejas, gordo y demacrado se presentó en los estudios Abbey Road, donde irónicamente Pink Floyd grababa "Shine On You Crazy Diamond" (tema homenaje a Barrett). El sujeto se sentó frente a la banda con una bolsa y un cepillo de dientes en la mano. Al cabo de unos instantes en silencio, el baterista Nick Mason rompió en llanto, mientras los demás miraban perplejos. Acto seguido, el irreconocible Syd se levantó y salió para no volver a verlos jamás.

"Now there's a look in your eyes, like black holes in the sky".
"Shine On You Crazy Diamond", del álbum Wish You Were Here (1975)


Tras el regreso a Cambridge, la vida del adulto y viejo Barrett fue una isla. El contacto humano fue una casualidad, y el acecho de cientos de fans y periodistas, en busca de un tesoro exclusivo, fue constante, pero estéril. En la red se pueden hallar más fotografías de sus meses como líder de Floyd que de sus últimos 30 años de vida. Si acaso se conoce un video, sin sonido, donde se le captó caminando por una zona conocida como The Mill. http://mx.youtube.com/watch?v=eUXD-D0WEi4&feature=related

"Hello, is there anybody in there? Just nod if you can hear me".
"Comfortably Numb", del álbum The Wall (1979).


Seguridad Social de Gran Bretaña reconoció a Barrett como enfermo mental y le pagó una pensión hasta su fallecimiento en julio de 2006 a causa de la diabetes.

Mientras que sus ex compañeros de Pink Floyd siguen recordándolo en sus conciertos como solistas (su sola aparición en las pantallas gigantes desata alaridos y euforia), la hermana de Barrett, Rosemary, reveló que en sus últimos años él prefería escuchar a los Rolling Stones que a su ex banda. Según dice, "See Emily Play" fue el único tema de su autoría por el cual en 2001 esbozó una tibia sonrisa al escucharlo en un documental de la BBC.

En 1967, Syd pasó uno de tantos atardeceres descansando en el bosque, y fijó su atención en una niña que jugaba a pocos metros de él y de quien, se dice, quedó perdidamente enamorado, mucho más que de las 11 mujeres con las que los registros lo relacionaron. ¿Su nombre?... Emily. ¿Su apellido?... Nunca se supo.

"Float down a river forever and ever, Emily, Emily".
"See Emily Play" (1967).

23 comments:

Flais said...

Que fuerte!
Muy buena historia, la parte en donde va a ver a sus compañeros mientras graban “Shine On You Crazy Diamond" es de lo que más me sorprendió, pero el video es contundente. Me sorprendió la persona en la que se convirtió.

Anonymous said...

Amé el que intercalaras la historia con las frases de las canciones; veo que son puras frases que hablan exactamente del desplome mental de Barrett.

Buenísimo de verdad. Besos

Lucas Carrabias said...

¿El precio del rock & roll o sólo los debrayes de un tipo que vivió ajeno a todo lo que le rodeaba?
Estoy seguro que la leyenda viviente de Barret, ajeno a Pink Floyd y a su propio entorno, aumentaron la expectativa que generaban los intérpretes de The Wall.
El mejor post hasta ahora.

David el Terrible said...

Qué tendrá?, unos 4 años desde que te clavaste cañón en la vida de Syd Barrett? No sé pero por ahí anda. Chidísimo y valió la pena la espera y el que finalmente te hayas decidido a ponerlo en el blog. Me latió poner una rolita de los Floyd para que estuviéramos en el ambiente preciso, jejeje.

Y buen video, no pensé que hubiera en internet imágenes del Barrett anciano y mucho menos un video perdido caminando. Invito a todos los lectores a meterse de lleno en estas historias del rock tan apasionantes. Lo mejor!

Anonymous said...

me da mucha cosa ver como acabo, mas bien como alguien asi puede tirar absolutamente todo por la borda, que horror, pero ams q nada me da tristeza

Lo peor de todo esque era guapisimo!, es el unico de pink floyd que me caia bien, los demas se me hacen unos amargados pero el ay hasta me casaba con el jajaja

Anonymous said...

Está fenómeno

Anonymous said...

AUTÉNTICAMENTE UN MUY BUEN POST

Anonymous said...

Vaya... hasta quue te decidiste a a volver a escribir de música en este sagrado blog... jajajaja

No lo sé, pero creo que grupos como Pink Floyd o músicos como Barret, Waters, Gilmour, Mason, Wright se extinguen a gran velocidad y no se vislumbra quién pueda llenar esos huecos.

Posiblemente suene a viejo, pero lo de hoy simplemente no rifa (no todo, aclaro)

Hoy, la mayoría de los grupos creados digamos que del 2000 para acá sólo piensan en hacerse famosos y eso es lo que se le trasmite a los niños... y si no, vean los comerciales, como uno de cereales que regala juguetitos de Guitar Hero... el slogan dice: 'estás listo para rockear'

Ahora resulta que 'rockear' es 'cool', es buena-onda, es para niños que se qieren sentir malos.

En fin, ya me desahogue.

Gracias Syd... Gracias Luisillo

Saludos

Anonymous said...

Algo me queda claro aunque no me lata mucho la música de Pink Floyd: a ti te apasiona este tema y se nota en la cantidad de cosas que has incluuído.

Anonymous said...

ooooooooooooooooorale!

no entiendo por qué te costó tanto trabajo escribirlo, quedó increíble!!!

muy buena historia, no sé si sea el personaje, la forma en que tú lo has escrito o ambas, pero definitivamente despierta la curiosidad.

ahora quiero saber qué fue de su vida taaaaaaaantos años, lejos de los reflectores y en ese "su" mundo tan lejos de todo y todos!!!

Anonymous said...

PD: que desperdicio de hombre, estaba hecho un bombón!!! :P

La Payne said...

Me impacto la historia y es lamentable su final.
Mientras leia el post escuchaba su musica y la cancion que le dedicaron y es en verdad tan triste y dan ganas de llorar en verdad. Es lamentable que alguien termine con su vida lentamente por las drogas y saber que pudo haber escogido vivir en vez de morir.
Creo k es triste que cualquier persona decida morir en vida asi hasta perder la cordura por completo y peor aun para aquellos que estuvieron a su lado en su tiempo de gloria y despues verlo a los ojos y no ver nada mas que oscuridad y muerte. Es muy triste y lamentable su final.
Me conmovio tu post Luis, excelente historia para meditar

Anonymous said...

ya seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee elianne, eso no se hace, eso no se hace! osea no puedes estar tan hermoso, tan candente tan nose! no puedes, y luego echarte a perder asi, no no! no puedes

muerete de hambre, has dieta, has lipos, pero no te dejes asi noooooooooooooo

xosean said...

Lo malo de volar es que si el ancla no llega a tierra no regresas. Recuerdo con cariño aquél día en que me preguntaste si Syd ya había muerto, recuerdo que te dije que no, pero aunque eso pasó un par de años después, creo que en el fondo de todo la respuesta era sí, el Syd que grabó con Pink Floyd ya había muerto. Tu relato es digno de la mejor revista o cualquier publicación, espero verlo algún día en papel. Si en Gente no fuera más importante saber dónde se asolea Luis Miguel, te diría que se los ofrecieras para un especial de aniversario.

Anonymous said...

me encantó. me encantó. me encantó.

Anonymous said...

Los genios vivirán por siempre

Anonymous said...

Órale está muy chido.

Te metiste un acido (LSD)??????? JAjajajajajaja

Anonymous said...

See Emily plaayyyyyy, seeeeeeee Emily play. Yeah!!!!! La mejor época de Pink Floyd.

Saludos
Ernesto

Anonymous said...

NO MAMES, LA VIDA DE ESTE WEY, TODO UN DRAMA. DE DÓNDE SACAS TANTA INFO?????

Anonymous said...

Fue a fines de los 80s o principios de los 90s (no estoy tan seguro de la fecha exacta)...Lo recuerdo bien, todo inicio en alguna tarde ping pongnera, le comenté a mi primo que escuchara un disco que me había encantado, de una banda que nunca había el antes escuchado y que su música era extraña pero adictiva a la vez...(The Dark Side of the Moon)...y luego..la plática sobre sus integrantes y en específico sobre lo aocntencido a Barrett, quién hasta ese momento creía ya muerto....
Tengo que reconocerme como el culpable o mas bien el autor intelectual de que a mi primo le gustara, luego le llamara la atención y luego casi casi se obsesionara por la música e historia de Pink Floyd y sobre todo por la historia del "Genio Syd"...

Anonymous said...

Excelso post

Olis said...

Para cambiar la realidad hay que romper mundos...qué horror no saber que tu aportación cambió por completo el curso de la música...shit happens...y chamacos...DIGAN NO A LAS DROGAS!

Anonymous said...

Luigi,

Jaja, primero nuestro primo Fer nos inculcaba sus gustos...y a mí por ser casi su hermana menor..no me lo inculcaba, prácticamente era un deber de mi parte que me gustara lo que a Fer le gustara...y luego tú, terminaste por enseñarme muchas cosas, sobretodo el buen gusto por la música...y luego yo...
Amo a Pink Floyd...soy fan!!! es mas, en este mismo instante en mi trabajo, siendo la 1:22 de la tarde, tengo mis audífonos puestos y escucho "Hello...is there anybody in there..."