Thursday, January 8, 2009

El dueño de la fábrica


Sí, le tuve miedo por años.

Sus llegadas de noche a casa me inquietaban. El ruido de la llave en la puerta me hacía apagar la tele y la luz, correr a la cama, cerrar los ojos y dormir despierto. Temía escucharlo discutir con mi madre, así que ponía candado al cuerpo, ayudado por la oscuridad. Tal vez por ello me acostumbré a dormir bocabajo.

¿Qué habrán sido? Ocho, nueve años... Todo bajo la guía de un tipo enérgico, dominante y gritón, pero en extremo vulnerable. Su nerviosismo dibujado en los dedos, su miedo a fallar y su incapacidad para expresarse representaban entonces parte de las fisuras familiares dentro de una casa cada vez más grande, con más focos y mejores muebles. La carencia material era una anomalía. La serenidad... también.

Banquero con gesto adusto y siempre tenso por el creciente éxito en el trabajo, cuando mi padre sonreía el aire era doblemente placentero. Nos hablaba del Concierto para piano No. 2 de Rachmaninoff como si fuese el propio ruso leyendo las partituras. Subía el volumen, aderezaba el desayuno y el amarillo del domingo se tornaba más brillante.

Me llevaba a jugar futbol en el club y desde la grada gritaba con tal fuerza que el árbitro se hartaba y a menudo lo mandaba sacar de un lugar donde se estila expulsar jugadores y no aficionados. Así era. Un león indomable, peinado de raya. Su millar de reconocimientos en el trabajo lo certificaban, pero atesoraba más la admiración y crecimiento de su gente. De él, los banqueros tejían una biografía apasionante. Surgía Don Ramón.

En casa, chuleaba a mi madre y le besaba las mejillas (el amor a ella siempre estuvo intacto), pero eso no evitó el fin del matrimonio, con todo y los incontables recuerdos de los años fértiles. Intentos hubo... y muchos, pero también heridas... y muchas. A veces, ni siquiera dos ángeles pueden convivir.

Vistió un suéter beige en nuestra última noche como familia de cinco. Recuerdo a mis hermanos y a mi madre sentados en la sala escuchando los motivos de mi padre, mientras yo miraba las cortinas, estático. Los anteojos de él se interponían entre su dolor y nuestras reacciones, diversas todas, íntimas todas. Se le cortaba la voz en dos y el corazón en ocho.

Luego nos dio un abrazo cuya fuerza juntó nuestras mejillas hasta desfigurarlas, y se despidió con problemas porque nunca aprendió a llorar y jalar aire al mismo tiempo. Era un dóberman deshecho. Mi madre subió a la recámara y mi hermana Lore se fue a su casa. Mi hermano Alex y yo permanecimos en la sala, descarrilados y reticentes a hablar de nuestra nueva realidad: yo volverme el hombre de la casa y él mi reemplazo.

Pero lejos del nido, nos abrigó con terciopelo. Nunca tan amoroso, nunca tan entrañable, nunca tan nuestro. Brotaron los racimos de "te amo", las caricias de esas manos irregulares a las que yo temía sin razón, y hasta las burlas por su predilección hacia Alex. Por qué mentir: los padres tienen a sus consentidos, pero están diseñados para negarlo.

Mon se volvió ese héroe de muchos modos extraordinario, mi llamada telefónica cada mañana y ejemplo frecuente con el cual ilustro las pláticas con mis amigos (ellos pueden confirmarlo). El hombre que siempre nos ha aconsejado ser duros con el problema y gentiles con la persona, y que nos pide por igual rumbo y fuerza porque, si falta uno, sobra el otro. Aquél que ve en el rencor el sentimiento más ruin, en la sonrisa el resguardo más eficaz y en el perdón el regalo más especial.

El hombre dedicado a amar, y a quien en sus ratos libres... le agrada ser amado.

Según la sabiduría castellana, el trabajo no consiste en soltar a los leones, sino en regresarlos a su jaula. El viejo de casi 60 años sabe que, del modo que sea, sus leoncitos siempre volvemos a él.

Los deberes se han cumplido.

33 comments:

Olis said...

Lovely...lovely...lovely....

Tu mejor post, el que más me ha llegado, el que me ha arrancado varias lágrimas...

Gracias por compartirlo...

XX

Anonymous said...

Hermoso. lo que más me llegó es que a veces 2 angeles no pueden convivir en un mismo lugar. te mando un abrazote

Lucas Carrabias said...

El mejor que has escrito, sin duda.
El sentimiento de pertenencia es el más fuerte y por lo tanto, supongo que perderlo debe ser lo más difícil.
Abrazo

Anonymous said...

Amigo, muchas veces un acontencimiento triste puede desencadenar cosas mejores como fue el caso de tus padres, la gran relación que llevas con tu papá es increíble y ahora es más tu amigo que antes..., más padre... en los dos sentidos.
Un abrazo a Don Ramón próximo a sus 60 años!!!

Anonymous said...

Te derramaste.
Me has puesto piel china y ganas de llorar; increible relato. Son cosas que uno siente y que parecería que todos podemos sacar pero no lo es. El niño ha vencido su miedo y ahora su padre y él son una fuerza infinita que se derrama y se nota.

Anonymous said...

Muy lindo Luis.. y màs que al pasar el tiempo se puede entender y perdonar desiciones que en su momento no se pueden ni digerir.. y lo màs importante es que tienes tiempo aùn para decirselo a el...

Un abrazo

Anonymous said...

Muchas gracias por compartir Luis.



opq

Anonymous said...

ME HA FASCINADO

Anonymous said...

Mañana mi padre cumpliría 76 años. Tu texto es un regalo no intencionado pero muy oportuno. Te felicito por tener el papá que tienes y a quien le mando un abrazo perpetuo pero sobre todo por decirle esto mientras lo tienes aún junto a tí.

David el Terrible said...

yo solamente vi a Don Ramón (bien dicho, así debe ser) alguna vez en un juego en el Astuiriano, allá cuando los tiempos felices seguro se empalmaban con los tiempos felices en tu casa. Por lo que veo, y lo que confirmo cuando hablo con mi amigazo Inphi, su padre es un mentor, un amigo, un cómplice, un hombre integro y admirable, además de un master en lo que a banca se refiere.

Coincido: el mejor de todos (shit, ya van varias veces que lo sustituyo).

Anonymous said...

Siempre que escucho el miedo que tenía a Ramón de niño, no lo creo. Me queda claro que algo que hace grande a un hombre, es, a pesar de su entorno, darse cuenta de sus prioridades, pero lo hace más grande aún, cuando a pesar de todo, hasta de él mismo las atiende con el corazón.
En verdad que sí, puedo decir que tengo un gran suegro, aferrado a veces, pero supo hacer de su hijo un excelente ser humano y un gran hombre con el cuál vivo mi complicidad desde hace 6 años.
Gracias Marido por compartirlo, sé las noches que pasaste pensando en cómo redactar el post, pero valió la pena. Te Amo!

Anonymous said...

Cuando pasaste noches interminables pensando en este tema, no te diste cuenta del valor que se necesita para compartir tus temores. Eso te hace una persona grande por reconocer tus miedos y enfrentarlos. Eres un libro abierto. Felicidades y un abrazo a tu pá...

Anonymous said...

ay ese dia no me gusto nada, la verdad si me gustaria que la familia volviera a ser como antes en ese sentido de mis papas pero bueno por algo paso eso

Mi papa es lo mejor que hay y mi mama, siempre me apoya y me dice que hacer cuando estoy super mal y me tranquiliza siempre, te amo papa

tqm!

Anonymous said...

Mis estimado, siempre que puedo commento en alguno de tus post con gran sentido del humor, pero creo que este es y va a ser uno de los mejores que has escrito
Un Abroso desde TJ

Anonymous said...

WOW!! he leído algunos de tus posts pero no cabe duda que este es el que más me ha pegado. Al leerlo me identifiqué mucho contigo, la gran diferencia es que tus papás si dieron el paso, los míos siguen estancados en el proceso y conforme pasan los años creo que así se quedarán. Cuando leía tu relato expresando como te sentías cuando tu papá llegaba a tu casa y corrías a hacerte el dormido... uf!! pero que ese no era yo???... el único fin de mi comentario es decirte que no estás solo, habemos muchos que pasamos por situaciones muy similares pero al final del camino no sabes como hubiera deseado que mis papás tomaran la misma decisión... todo sería muy diferente ahora.

Mis respetos, excelente post!
Saludos

Anonymous said...

Hey, Sr. Carrillo, alguna vez había llegado a tu blog vía el de Lucas de apellido Carrabias, hoy vi que estabas escribiendo algo nuevo, regrese y me encontré un escrito realmente bueno y “llegador”, felicidades, un gusto leerlo. Saludos

Anonymous said...

NOTA: Este post fue autorizado por el autor.

Es un güey, sí, Don Ramón, es a toda madre.
Y esa expresión la digo con mucho respeto, pues a veces el papá de Luis, cuando está en las reuniones, parece que es uno más de nosotros.
Felicidades Ramón, no señor, por las seis decenas. Tienes hijos poca madre.

Anonymous said...

Leo tu blog desde hace poco. Lo descubrí por accidente. He encontrado posts realmente deslumbrantes. Este, sin embargo, no me gustó. Será que, a diferencia de varios de los que han dejado comentarios, no te conozco y no sé tu historia personal. No comparto el contexto y, la verdad, no me "llegó" para nada. Al contrario, me pareció obvio, sentimental, efectista. Pertenece, desde mi punto de vista (espero que la crítica también se valga), a la intimidad del diario íntimo de, digamos, un David Faitelson (de ese calibre me pareció, esta vez, la prosa), no a el espacio público de un tu blog. En fin, de todos modos seguiré visitando tu blog porque admiro tu sensibilidad, tu mirada, y tu escritura (aunque esta vez no me haya gustado).

C.

Anonymous said...

Luis, el Don de poder escribie con el Corazon en las letras es Sagrado, te doy un beso con el mismo Amor que se lo doy a mi hija Mara

Anonymous said...

Lo que comenta mi hermano, acerca de cómo solía ser mi padre cuando éramos pequeños, es muy cierto. Pensé por mucho tiempo que esa inquietud y temor constante sólo lo vivía yo, pero hoy me doy cuenta que era un temor compartido.

Mi padre, con ese semblante siempre duro, es hoy y siempre ha sido, el hombre más sensible y amoroso que conozco; hombre ejemplo, que ha dejado en mí y en mis hermanos inumerables huellas que nos han hecho ser lo que hoy somos.

Hoy, a mis casi 33, confieso que sigo siendo su fan y copia casi al carbón, sólo que sí, mucho más tolerante y creo un poco más expresiva.

Acerca de la poca o escasa posibilidad de que dos ángeles convivieran, asiento.

Creo que el modo que ha encontrado hoy Luigi para hablar de mi padre, es sin duda, la más correcta.

Los amo

Chanfle II said...

Yo digo que El Dueño de la Fábrica escriba un What I've Learned. Venderíamos esas letras como pan caliente. Ándale Carrillo, yo lo comercializo, jaja.

Anonymous said...

Y yo hago las relaciones públicas!!!

Va, vaaaaa

Anonymous said...

sin palabras, simplemente no tengo para expresar lo bueno que está el post...es verdaderamene extraordinario... feliciades

Anonymous said...

Está fuerte

Unknown said...

Duro con el problema y gentil con la persona, ese se lo agradezco y prometo citarlo siempre don Ramón

Adriana Degetau said...

In Phidelio, ¿por qué los domingos siempre son amarillos?

Los miércoles morados.

Gracias x visitar Info Gratis(s).

Ricardo Otero said...

Llevaba varios días pensando qué comentar aquí, pero cualquier cosa que diga, sobra.

Anonymous said...

.....
no sé si me quedé sin palabras o si simplemente no encuentro las exactas...

envidiable la relación que tienes con el dueño de la fábrica, lo que él ha construido a lo largo de la vida, y la huella que ha dejado en sus hijos. Sé que seguramente su respuesta a tu blog fue personal, y también sé, que ese orgullo que sienten el úno por el otro es recíproco...

Felicidades pues en el año del festejo #60, y que sean muchos más! :D

Anonymous said...

Junto con el bolchevique, lo mejor.

Anonymous said...

Hermoso. Si tu padre lo lee se va a quebrar en llanto, pleno de mil orgullos, experimentará lo mismo que tú: misión cumplida.

Anonymous said...

Me familiarizo con este tipo de comunicación por primera vez. Y me doy cuenta que he perdido estas experiencias que ahora me resultan altamente alimenticias para mi mente y alma.
Queridos todos, en especial tú Luis por haberlo redactado. No pude evitar como buena Carrillo emocionarme hasta lo más profundo de mí, y por ende, empezar a llorar.
Qué equivocados estamos los adultos al pensar que aún les llevamos la delantera. Que aún los tenemos que guiar. Que aún los haremos pensar. Jajaja. Qué gratificante es conocerlos como aves firmes en su nuevo vuelo.
Aunque sé que el impulso de sus padres siempre está atrás.
La descripción de mi hermano es la más acertada y compartida por mí.
Y nuevamente tendré que evocar a nuestros progenitores. Me veo altamente reflejada en Renato y curiosamente les confieso que la que está escribiendo es Caro por mí, porque yo me hubiera tardado mucho. No puedo más que decirles los amo, los amo y los amo.

Tere.

Anonymous said...

Luigi,

Acabo de redactarle a mi mamá su comentario porque haz de saber que en lo que ella se conecta, se mete a la página y averigua como dejar un comentario, va a pasar otro mes jajajaja, pero no sabes cómo este blog nos toca en el fondo de nuestro corazón.

Sigue escribiendo primo.
PD. Tengo otra dueña de la fábrica aquí en mi casa, igualita!!! Jajaja

Tqm,

Caro.

Debora said...

Realmente hermoso y conmovedor.
Tus padres, en especial tu papá por lo que compartes en este texto, deben estar completamente orgullosos y satisfechos de haber formado a hijos como tú y tus hermanos. No conozco a estos últimos, pero ya veo de quién son hijos y hermanos.
Con este texto, sí, pero más con quien eres, con el hombre en el que te convertiste, honras la vida y a los padres que elegiste. Es un gusto conocer a jóvenes como tú.
Felicidades!
D.

PD. Hablo como mamá, eh!