Thursday, October 11, 2007

El 'Aura Affair'


"Felipe cae sobre el cuerpo desnudo de Aura, sobre sus brazos extendidos de un extremo al otro de la cama, igual que el Cristo Negro que cuelga del muro de su faldón de seda escarlata, sus rodillas abiertas, su Corona de brezos montada sobre la peluca enmarañada. Aura se abrirá como altar...".

Éste es un fragmento de la novela "Aura" (de Carlos Fuentes) que el entonces secretario del trabajo Carlos Abascal subrayó e hizo llegar en 2001 a la dirección del Instituto Félix Rougier, enojado porque su hija, quien cursaba tercero de secundaria, hiciera esta lectura a petición de su maestra de Español, Georgina Rábago. En pocas palabras, desde la óptica de Abascal, esta profesora "pervertía menores".

Yo me enteré porque fue uno de los escandalitos de aquel año, pero estaba más ocupado en otras cosas que en darle seguimiento al pleito de la "Miss" y al boom comercial de "Aura". Yo juraba que, para entonces, Carlos Fuentes ya debía estar echándose una copita de vino (y algo más) con la maestra para contratarla como cabeza publicitaria de sus obras subsecuentes, pues las librerías no se daban abasto. "Estoy tentado a darle el 10% de mis ganancias de 'Aura' a Abascal por ser mi mejor promotor", declaraba Fuentes.

Pues bien, el 2001 terminó. El secretario del trabajo, abucheado por la mitad del País, no logró quemar a la maestra Rábago en la hoguera, pero al menos consiguió que fuera despedida de la escuela de su hija.

Días después, ¿saben dónde apareció la profesora expulsada? En el jardín de mi casa, pues a mi buen amigo Ariel se le ocurrió llevarla a una fiesta mía.

Abrigo negro, lipstick vampiresco, cabello morado casi negro, mayor que yo por un año. De botepronto, a la señorita de lo "moralmente inadecuado" no le localicé tintes peligrosos, mucho menos pensé que era ese estandarte de la lujuria que el secretario del trabajo instauró en el inconsciente colectivo de la época. De hecho, mi inconsciente individual me dijo que debía invitarla a salir. Pero ella se me adelantó.

Ariel me aconsejó llevar el partido con ella como lo hace un abanderado de futbol (desde afuerita y en silencio) y no establecer un vínculo serio con la Rábago. A este consejo le hice caso en un 5% y, por ende, las consecuencias se reflejaron en el 95% restante.

Dos meses y medio de relación, tres problemáticas salidas al Worka (porque la fémina no entendía que no íbamos al bar del Pirulí y que por ende las dos colitas en la cabeza estaban prohibidas en el manual del cadenero del antro), una fiesta de gays-lesbianas donde ella se sentía como en comida familiar, otra fiestecita donde la mota era lo más fresón entre el coctel de alucinógenos que ahí se servían sin charola, regaños de madrugada de mis padres en los que me repetían la de "¡Esta casa no es hotel!", un escándalo vial por un choque de mi noviecita (quien negaba culpa cuando el otro afectado tenía la puerta hecha añicos... estando estacionado), y, especialmente, la gota que derramó el vaso y en la que me detengo porque merece narrarla a gallo-gallina:

Hotel Mayan Palace Acapulco. Julio de 2002. No recuerdo el día, pero eso importa menos que la penosa circunstancia. Estoy a punto de perder los estribos y también la membresía del tiempo compartido de mi señor padre. La Miss Rábago, tras un agarrón de pareja, grita despavorida al interior de la habitación, camina en reversa hacia el balcón y amenaza con tirarse si tronamos. Trae unas tijeras Mi Alegría en la mano derecha y con la izquierda se jala el cabello con ahínco (creo que está alterada). Hace ruiditos. Grrr, grrrrrr, ¡grrrrrrrrrr! Es algo así, pero más feo.

Mi amigo Ariel, ahí presente, le pide elegantemente que haga el favor de no salpicar cuando quede sembrada en el césped (cinco pisos más abajo), pero ella contesta con tales gritos que me hacen considerar llamar a un padrecito exorcista. No reacciono. Me le quedo viendo como esperando a que una hormiga le meta el pie y ella caiga con todo y el chamuco y las tijeras de punta chatita.

Al final, no lo hace y la damisela cierra muy mona la ventana, como diciendo que es hora de irnos a la camita. Ha sido puro drama y, quién sabe cómo, pero cinco minutos después mi cuate Ariel (el "Ghostbuster") la tiene encerrada en otro cuarto. Se oyen unos ruiditos y el rechinido de sus colmillos, pero sólo eso. Si la vampiresa no pudo atravesar la ventana, menos podrá con la puerta.

Pasado este encuentro cercano con Nosferatu, mi amigo me regaña: "Luis, te han quitado la paz. Es tu culpa, te lo advertí. Esta mujer que está encerrada no es para andar ¿te acuerdas que te lo dije?". Mi mente remembra al abanderado de futbol y le da la razón, esperando al día siguiente un tranquilo regreso a México, con las maletas en el asiento de atrás y la Miss Rábago bien dobladita en la cajuela.

Y hablando de dar la razón, al magnánimo Carlos Abascal le ofrezco un millar de disculpas. Es cierto, la mentada profesora es cosa seria... y, sí: pervierte menores.

27 comments:

Lucas Carrabias said...

Y pensar que tras el escándalo la maestra en cuestión estaba postulada como martir de la educación, justo al ladito de Vasconcelos.
Más te valía hacer caso de las recomendaciones, por algo las dan. En fin, lo bueno de esto es que lo puedes contar y que aquellas cosas te sirvieron para llegar hasta donde estás ahora.
Abrazo!

Anonymous said...

A que mi amigo Luis, a mi se me hace que eres masoquista jajaja

Saludos!!desde TJ
CV

Anonymous said...

Estaba cagado de la risa con el episodio en el que la cercanía de la mujer al balcón te hacían pensar en liberarte del demonio. Lo mejor es que no puieres elegancia para echarte el rollo con alguien así. ¿No entiendes que no todas las especies son domesticables? No puedes cambiar el mundo, cabrón! Hay pa' todo y de todos los tipos!.

Ah que Georginita esta. Eso te pasa por botarte la lana de Acapulco en ella. Mejor nos hubieras invitado, cab!

Anonymous said...

... y de Alizze, cuándo escribes?

Anonymous said...

LO CIERTO ES QUE ESTA MUJER, LLAMADA EN EL BAJO MUNDO COMO LA MAESTRA DEL CATRE, fue la que le enseñó al señor Carrilo el arte de moverse en la cama, tal cual como lo leen.
Lo malo es que le hizo creer a la sra Mara que era virgen.....
Que puerco Luis, pensar que fue la que te enseñó el chivito al pre.....

Anonymous said...

Que envdia, siempre me quedé con ganas de echarme a una maestra, uy! como olvidar a la de psicilogia que me daba en prepara cuando yo tenía 18 años y ella 30. maldito Luis....

Anonymous said...

Y por cierto.... y de Alizze que pedó?, pa cuándo

Anonymous said...

yo por seguridad del escritor (y mia) no posteare nada hasta que Mara de sus comentarios....espero que el blog no quede vetado por la esposa del menor pervertido

xosean said...

Ese libro, coincido con tu amigo totalmente, era para leerlo en voz baja, no a grito pelón y en público. En realidad nunca pude ver si dicho ejemplar tenía pastas duras, con edición de lujo y letras doradas, más bien me parecía un panfleto intrigante, con un fin loable, pero de ninguna manera para ponerlo en tu librero. Pero bueno, ya lo leiste, nada más ya no lo presumas porque esa afición a la lectura te puede traer problemas con la dueña de tu biblioteca.

xosean said...

Del blog diré, porque por ahí el Srio de gobernación de los blogs me lo exigió, que el elemento maestrita, Acapulco, suicidio tirándose de un bolillo, despertó mi morbo y la redacción me atrapó. Delo mejorde los últimos 10 blogs por lo menos.

Anonymous said...

Yo no creo que dicha mosca muerta, que por cierto al principio no sé como me ganó????, haya sido la maestra de catre power de mi hermano, cabe destacar que el se caracteriza por su buen gusto y buenas relaciones.... esta fue solo un resbalón.

Pero vaya locura, todos pedíamos en casa que la lady de dudosa reputación se marchara de su vida lo más pronto posible ...

Menos mal fue cosa de dos meses y no más.....

Anonymous said...

Mírala, tan calmadita que se veía en las entrevistas y tan loquita que resultó. Ah, tanto que la defendimos nosotros los mortales.

Pobresito Luisito, seguro este capítulo de tu vida te dejó marcado para siempre, a lo mejor Abascal te puede decir a que sicólogo llevó a su hija pa que vayas y te quites toda perversión que te haya enseñado esa vampiresa.

Ahh y por dios (como dice Abascal), cuando un amigo te diga de un consejo, escúchalo, por algo lo hace...

Anonymous said...

Carro no cabe duda que las apariencias engañan.
Esa cara infantil, tanta amabilidad en la mayoría de los discursos, el porte serio, y de repente... resulta que te gustan las vampiresas.
Y no sólo eso, sino que de plano te lanzas a la aventura con ellas.
De la maestrita en cuestión no esperaba menos, se ve que los cascos ligeros eran lo de ella, pero de ti esperaba que acudieras a misa todos los domingos vestido de blanco y con pelo relamido (jaja).
Amigo, engañaste a todo un pueblo, ya sólo nos falta que salgas con que eres el último galán de la Campuzano.

Anonymous said...

jajajajaja. Ya veo porqué sí haces caso a los consejos que te dan ahora, lo bueno es que aprendes a la primera. Va'pa noviecita que tuviste.

Chanfle II said...

¿¿¿Ya ven??? Si Abascal dice las cosas es por algo, maestro. Carrillo, te paso la máxima de mi madre... "Cuidado hijo que en la noche todos los gatos son pardos". Yo sigo sin hacerle caso y debería.

Anonymous said...

Qué buen post. De los mejores que has hecho.

Anonymous said...

Carrillo,
Esta es una excelente memoria, y te agradezco que la compartas con nosotros. Pienso que en la vida todos debemos de tener un 'crazy-love-punch' en algun momento. Te hace conocer tus límites. Yo lo tuve, y no me arrepiento para nada.
Buenas (y malas) memorias también.

Un abrazo.

Anonymous said...

¡¡¡No te imagino en la escena!!!...¿qué te hizo relacionarte con ese tipo de mujer?...digo...está bien que uno se quiera volver alternativo de vez en cuando pero no me amueles...y además te atreves a platicarlo...sencillamente increíble...

Anonymous said...

Jajaja, en verdad que ese episodio de mi Marido, ni en Gray´s Anatomy y mira que ahi ve uno cada cosa.
Recuerdo perfectamente una de las primeras pláticas con Luis, durante el Mundial Corea-Japón sobre la Miss, estaba realmente angustiado por las compañias de la señorita.
Ya siendo amigos, un día fuímos a cenar, ese día yo dije: cómo un niño ¨tan fresa¨puede andar con ella???
Recuerdo que una noche antes de salir rumbo a su viaje a Acapulco, fuímos Luis, Vesselin y yo al Worka, ahí yo le pregunté que se iba con Gina, y no lo aceptó, me dijo que para nada, debo aclarar que mi pregunta era por que ella ya había dado síntomas de locura y yo quería proteger a uno de mis mejores amigos (en ese entonces y hasta ahora), pero hasta el último momento su repusta era negativa, tan así que ese día, por mentiroso le robaron sus lentes en el valet de dicho antro.
Mi duda de si iba o no con ella, se esclareció cuando el lunes por la tarde, un día después de partir al puerto de Acapulco, Luis me llamó para decirme que no sabía que hacer con ella y yo le contesté con un hermoso: No chille! Se lo dije!
Afortunadamente la miss es historia, y casi un año después de ese episodio de su vida, se topo con una mujer MARAvillosa!!!!
Te Amo!

Ricardo Otero said...

Perversión de menores... Jajaja... Mi hermana iba en la escuela referida en el post (Instituto Félix de Jesús Rougier, Amén), aunque creo que recién había salídose ese año. La escuelita, cuyas generaciones no eran cuantiosas, pero vaya que sí tenía calidad, nunca había recibido tanta publicidad.

Ricardo Otero said...

Por cierto, gran libro, esa narrativa en segunda persona me provocó un orgasmo literario.

Ricardo Otero said...

Uno más (quiéreme Inphi, ve cómo lleno tu blog de comentarios): mis fuentes, muy cercanas al Auragate, dicen que lo de la carta de Abascal fue puro invento, que lo que realmente pasó fue que Luz del Carmen le dijo a la Rábago que el libro estaba muy complicado, y sólo eso... Como hay gente oportunista.

Anonymous said...

De verdad que uno a veces tiene muy malos ratos... y también muy malos gustos, aunque lo neguemos... el alivio y alegría que da una de esas separaciones se compara sólo con un triunfo mundialista o con ver a nuestro artista favorito en primera fila.
Y también aunque no lo aceptemos... vaya que es necesario escuchar a los padres en casos así... me habría ahorrado tantos osos y tanta lana.

Anonymous said...

Definitivamente tu forma de contar la historia es mucho más divertida que la que yo había escuchado. Jajajaja, bienvenido el recuerdo!!!
Saludos desde Madrid...

Anonymous said...

ay yo quisiera q me hubieran dejado mas tareas asi sobre sexo y esas cosas jajajajaja, en vez de tener q leer esos libros de Macbeth y demas ay el sexo, q seria de nosotros sin als perversiones jajaja, las hermosas perversiones, las escuelas necesitan mas maestros que enseñen eso, y no digas q pervierten Luis, esque no entiendes el pdoer del sexo y sus bondades, todos l malinterpretan,

SWEET SEX

Anonymous said...

JAJAJA!!! NOOOOMBRE!! Te tardaste mucho pero muuuucho en contar esta patoaventura, gracias...desde que comenzaste con esto del "blo.." lo estaba esperando je!

...jajaja...me imagino tus múltiples caras y gestos de ¿¡ QUE PEX CON ESTA TÍA!? y sí, tus ganas de aventarla por la ventana para quitarte a la tía de encima y poder dormir tranquilo por las noches...

Pero bueno, hay que ver siempre el lado positivo. Estuviste un rato con una celebridad que te mostró que no toda la vida es fresa y que existen extremos.....muuuuuuuy extremos en esto de las relaciones amorosas.

Siempre te encuentras con cada espécimen....hasta que llega tu naranja.... Siempre es bueno tener locuras que contar ¿no crees?

UN BESO!

Anonymous said...

Siento desmoronar los utensilios de tu relato pero te recuerdo que no eran tijeras sino un cuchillo de cocina y que primero se quería cortar el cabello "para demostrar su amor", luego no se en qué momento gritó "me aviento por la ventaa si cortamos" y fue ahí donde tu servilleta, cual caballero que soy, me dije "pues primero las damas" y la conduje delicadamente al borde del ventanal que ella rechazó porque estaba loca pero no idiota. Deberías contar la del Mayan pero en el restaurante, historia mejor conocida como "La gata esa quiere que me vista". CArrillo es un placer tener tan memorables anécdotas. Esa escena sucedió la madrugada del 24 de agosto de 2003.