Wednesday, January 17, 2007

Nuestra primera vez


Para una pareja con dos años de matrimonio, esperar tal cantidad de tiempo para “la primera vez”… es demasiado.

Otros niditos de amor no hubieran soportado tanto tiempo, pero por lo mismo, Mara y yo decidimos ponerle fin a la urgencia y tener de una buena vez nuestro primer servicio de lavado de alfombras en la casa de todos ustedes (así se dice por mera cortesía).

Una buena cantidad de fiestas memorables (Metal Party, Nacos Power, etc.) nos dejó dichas alfombras en estado atroz, así que antes de que llegara la primera del 2007, y aprovechando días de descanso de este servidor (así también se dice), pactamos con los eruditos de la materia una cita para este martes 16 de enero. No es cumple de nadie, no celebramos nada, mi hermana anda ocupada, todo mundo trabaja. Listo, lo hacemos.

A las 7:56 de la madrugada viene el timbrazo y aparecen tres galanes. No recuerdo sus nombres, pero creo que dos son tocayos. Para no errarle, los bautizo como Chucho I, Chucho II y Don Jesús.

Empieza la hecatombe. Maestrísimos los tres jesuitas, inician el traslado de cosas a rincones donde jamás imaginé que pudieran acomodarse. El sillón a la esquina, la mesa a la pared, las macetas al baño…

“A ver, esos muebles no se mueven. Ni el de tele ni el de la pecera”, vocifera mi valentonada mujer a Chucho II (tenemos un pobre pez en la pecera, pero chequen cómo lo chiqueamos). Y así, Mara, este servidor y nuestro Robinson Crusoe con aletas vemos cómo nuestro hogar es puesto de cabeza, cual tetris, para compactar todo.

“Híjole, es que hay que quitar este cable”, nos dice Chucho I en referencia al cable de una bocina que mi amigo Ariel se tardó tres horas en instalar para que el sonido de mi nuevo Home Theater quedara como el del “Viper Room”.

“Ni pex, quítelo maestro”, respondo devastado.

Mara pone cara de conflicto, y yo, al ver que todo es vertiginosamente desconectado, agarro mi PSP y decido jugar la Copa Italiana con el Nápoles, club austero con el que el día anterior logré derrotar a monstruos como el Milán y la Juventus.

Me arrincono en el cuarto de visitas y arranco la gloriosa Semifinal contra el Cagliari (ah, cómo me costó llegar hasta aquí).

Ayer gané 1-0 de visitante, pero la vuelta hoy se ha complicado. Empecé ganando, pero me han empatado.

“¡Viene disparooo… uy!, tirititeee nada más”.

Chucho II voltea como si se le hubiera encuerado la Nacha Plus al lado: “No manches, ¿es el Perro Bermúdez el que narra?”, pregunta hipnotizado.

Contesto que sí y ahí lo perdemos. Se emociona tanto que ya se sabe qué hará con la lana ganada por dejar la alfombra esplendorosa.

“Noombre, narra requete padre el Perro, hasta te inspiras más pa’ jugar ¿no?”.

“Sí”, contesto de nuevo y sin voltear para no distraerme en un momento crucial de la Semifinal.

Minutos finales, sigo 1-1 (2-1 global), estoy sudando y a punto de llegar a la Gran Final…

“Oye, una pregunta, ¿puedo mover este mueble a la esquina?”, es la tercera pregunta de Chucho II y la que de plano me hace voltear. “No hay bronca, compadre, mueve lo que tengas que mover” (la traducción en chilango es “¡Haz lo que quieras y ya no me interrumpas por el sagradísimo porrito y corazón de Diego Maradona…!”.

“¡GOOOOOLLLL, enormeee, nítidoooo, claroooo, bersallescooo!, ¡es el gol que mataaa!”, grita el Perro Bermúdez en mi PSP.
Casi me rompo el cuello. Catástrofe. El árbitro pita el final y por gol de visitante quedo fuera. Mis ojos tiemblan ante la calamidad.

“¿Ganaste?, ¿a poco anotaste sin ver?”. Cuarta y quinta pregunta de Chuchito II en dos minutos. Lo quiero ultimar.

Veo las mil vueltas de la barredora centrífuga con la que está limpiando Cucho I el otro cuarto y mi instinto asesino imagina el mentón de este metiche afeitado por la fuerza concéntrica hasta quedar hecho calaverita con barbilla de Neandertal. Para su fortuna, entra la llamada de mi hermana Lawrence y la bestia que traigo adentro (sin albur) se contiene un poco.

Cuelgo y Chucho II se ha ido. Voy por él y ahora suena el mentado Nextel. Es Mara, quien se ha ido por unas jergas y me pregunta si trae algo para desayunar. Ni pensarlo, mi estómago está hecho trizas cortesía del ojoslargos.

Cuelgo de nuevo. Ya ni caso tiene asesinar al artífice de mi derrota. Ni siquiera lo acuso con Don Jesús, el más veterano y mero mero de la cuadrilla de limpiadores de alfombras. Respiro y me calmo. Todo este sacrificio, frustración y desdén sirvan para que las nuevas fiestas que hagamos sean mejores.

1 de la tarde. Termina por fin nuestra primera vez. Mara está complacida con la chamba de los tres “mais” y los despide con bombo y platillo. Y yo… cuando me despido de Chuchito II, quiero estrellarle el bombo y el platillo, pero el muy cínico se me adelanta. “Que estés bien y que ganes el próximo torneo”, me dice.

“Gracias compadrito, nos vemos”, responde mi lado decente, lo que en chilango se traduce: “No vuelves a limpiar mis alfombras, pedazo de fisgón. Y si compras tu PSP, ¡ojalá y te echen en la primera ronda, reverendísimo metiche!”.

15 comments:

Anonymous said...

Me queda claro que era más que necesario limpiar esa alfombra, que por culpa de todos nosotros y de sus antiguos dueños, estaba en estado deplorable.

Me puedo imaginar perfecto la cara de los dos, mi hermano y cuñada, cuando vieron cual era el color original de la misma, ups, no sabíamos que era de color tal.... jajaja

La dinámica debió ser bastante cagada, porque he de aclararles que hay ciertos muebles que no se deben mover "POR NINGÚN MOTIVO", espero que esta vez si los hayan convencido, porque ver esas zonas mugrosas no sería lo más adecuado.

Por lo de tu derrota querido hermano, bueno ni que hacerle, pero creo que tus prioridades en es momento no debían ser las futboleras

Ya podemos armar la que sigue?

Lucas Carrabias said...

Creo que tomaste una decisión arriesgada, valiente, pero con un toque de peligro inminente. Dejarte atrapar por las garras del PSP en momentos cruciales puede traer consecuencias funestas aunque ya que habías tomado la decisión debías ser fuerte, no voltear a ver a Chucho II y confiar en que hicieran bien su trabajo mientras tú conquistabas la Copa Italiana, logro complicado cuando no se escogen los primeros lugares... pero eso es tema de otro post.

Anonymous said...

Confieso que me hiciste reír mucho, aunque honestamente nunca he entendido la fuerza que se apodera de ustedes cuando tienen en las manos un psp o cualquier otro aparatejo del estilo.
Todo sea por abrir, como se debe, el ciclo de fiestas de este año, así que más vale que me inviten que ya estoy apuntadísima! ¿Para cuándo?

Anonymous said...

Listos para la que sigue!
Quiero agregar que nuestra alfombra es un color acremado jaspeado...pero de tanta fiesta, chela y copas de vino en sobre ella,el color parecìa un grisáeo pero afortunadamente y gracias a los tres valientes que llegaron cual batalla con la artillería pesada y hasta la mancha de vino, la cual estaba oculta bajo el tapete, desapareció! Yo no lo podía creer...y estaba complacida...Debo confesar quemi primera impresión al ver mi Pata de Elefante y mi Planta dela India en el baño me dejó sin palabras y mejo me fuí a la cocina...Pero eso sí, al Pez ni se le ocurra moverlo! Ni el mueble de la TV...
En fin, después de 6 hrs. mi casa luce iluminada, la alfombra refleja la luz que jamás imagine...
Así que estamos listos los tres (mi marido, la alfombra y yo) para recibirlos de nuevo y volver a festejar los no cumpleaños...pondremos la respectiva lata de coperacha para no volver a esperar dos años y que esto siga como hoy, y recibirlos con más gusto! Saludos y Bienvenidos!

Anonymous said...

Esta poca madre el relato, ja. Sí. los hombres nos traumamos con el PSP y qué????

NO hay poder humano que nos separe de él, así que efectivamebnte el Chuchito 2 se pasó de inoportuno.

Bien por esa.

Anonymous said...

Luis por primera vez en tudiario no se si te referias a la 1a vez de laalfombra ode ya sabes que, creo qme tendras q expolicarmas deesto jajaja
tqm

Chanfle II said...

Ese "sí" tuyo es tu especialidad mamona. Como esos que le dices a Polo cuando quieres que te deje de chingar. "No lo regañes, instrúyelo". Sí. Pero como te hubiera visto, me cae.
Bien por la alfombra, quedó rebien. Ahora prometo pintarla con Easterbrook (o como se escriba) la próxima vez para que Chucho el Roto se tarde una semana en quitar las manchas. Os lo prometo.

Anonymous said...

A ver, sobre manera tu capacidad de escribir de cualquier cosa, en cualquier momento y conseguir un texto intrépido y ameno, a veces hasta chistoso y otras más que raya en lo bueno y recomendable. Creo firmemente que así se hacen los grandes cronistas y estás en ese camino, disfruto leerlos, pero " Bersallesco" es con "v" de Versalles. ¿Qué pasó Luisillo?

Anonymous said...

yo tuve la oportunidad de ir a tu casa dos días después del suceso de los chuchos (incluso me tocó que me "descalzaran" por aquello de que la alfombra seguía húmeda) y realmente me deslumbré!!! al ver semejante alfombra, no pensé que fuera blanca brillante, así que espero que la siguiente ronda de fiestas no lo arruine todo, prometemos no tirar nada..

Anonymous said...

Se nota que aún estás pagando el noviciado en cuanto a los menesteres de pareja y me parece que sigues sin poder levantar, aunque sea el dobladillo, al mandil.
En cuanto a tu experiencia futbolística virtual sólo me queda un comentario: te pasó lo que a cualquier niño popof que quiere presumir sus juguetes al muchacho pobre del barrio.

Anonymous said...

Mentiría si escribo algo así como "Que bueno que ya le tocó a tu alfombra, que tenía mugre del año que le pidas", porque recuerdo que la ocasión que estuve en tu casa, en la Fiesta Mundialista, poca atención le puse (y no por que me valiera o algo por el estilo, simplemente que estaba concentrada en la lectura de las frases más exitosas de Alemania 2006, dirigidos por el señor Arizpe)
Pero que suerte que te tocó un trío maravilla que le sacó brillo, ahí te encargo una foto del tapete gigante para ver el color originai.
Deja de buscar culpables y acepta que eres novato en eso del PSP, los "pro" por nada del mundo pierden la concentración...
Ojalá y dentro de dos años,te lleves la Copa a casa (tip, elige buenos equipos, y aléjate lo más que puedas del mundo ojalá y así...)
Dos dudas:
1- ¿Los Chuchos regresaron los muebles a su lugar o te tocó a tí? ¿Fue fácil encontrar las típicas marcas que dejan las mesas y las macetas que POR NINGÚN MOTIVO SE DEBEN MOVER?
2- ¿La reconexión del equipo quedó también como nueva? ¿o también perdiste en ese rubro?
BESOS!!

Anonymous said...

El futbol es el futbol, aun cuando sólo sea virtual. Te apoyo Luis, yo sí le hubiera gritoneado al tipo.

Anonymous said...

Nada peor que un mal entrenador en el Play (ah no verdad!) y ni se diga vivir con la angustia de una alfombra sucia....No puedo decir más que utilizaste una forma bellisima de conjuntar dos eventos que conllevan tanta incertidumbre y zozobra.

MOU said...

Doy fe plena de que la alfombra quedó irreconocible, pero sobre todo, me consta (por ingestión directa) que Mara hace unos filetes de res a la mostaza que hace que la humedad de la alfombra y la mala plática de Luís desaparezcan por completo.
Espero muy sinceramente que no hayan movido la alineación del sistema de audio que con tantos sufrimientos instalé (no sé si ya dije "con tantos sufrimientos"?).
Sería para mí de enorme ilustración saber cómo demonios se puede "jaspear" un color "acremado"? (Dios, Cervantes se ha de estar revolcando en su tumba).

Anonymous said...

Rindo homenaje a un jugador caìdo por causas externas. Dios quiera que nunca un apagòn en la luz te quite la victoria soñada de 5-0 sobre el Bracelona en la Copa del Rey.
El sentimiento posterior va màs allà del desamparo, la soledad y la rabia...

Y a ver hermano si este año ya soy incluído en la lista de invitados del ciclo fiestero de la familia Carrillo.