Saturday, January 2, 2010

La quinceañera


Pasé el primer día del año con mi madre.

Aun con el desvelón previo por el cambio de década, llegué temprano a su casa y me recibió con un desayuno propio de alguien a quien jamás le gustó cocinar: huevo con tostaditas, una bolsa de conchas de vainilla y un vaso con leche. Es, y siempre ha sido, el desayuno simple que me salpica de felicidad. Mi padre, el muy amado Dueño de la fábrica, siempre se ha esforzado por llevarnos a los mejores restaurantes a consumir desayunos exquisitos y muy diversos, pero debo admitir que a mis 31 nada me pone tan de buenas como ingerir estas simplezas en el nido de mi madre. El "desayuno habitual" acompañado por ella es como los zapatos preferidos, el cepillo más cómodo, la loción predilecta o la posición en la cama con la que a uno más le place dormir.

Transcurridos 20 minutos, fui al cuarto de televisión a ver los tazones colegiales, mientras ella subía a bañarse. La noté de muy buen ánimo si se considera que, horas antes y de modo inexplicable, esta madre mía pasó el Año Nuevo sola y en su cuarto, lejos de todos, recibiendo un par de llamadas e ignorando el resto. Así es ella, insondable, incomprensible.

No sorprende. Mi madre ha pasado un lustro extrañando a mi padre y lamentando su salida de la casa. El divorcio y la lejanía, la gota a gota de recuerdos acumulados en 28 años de matrimonio y ese golpeteo emocional que atormenta a las parejas rotas acentuado por lo que yo llamo "extraña familiaridad" (lo que unirá siempre a dos amantes, aunque estén lejos)... han edificado la tormentosa rutina de esta güerita de ojos verdes, nariz tapada, sonrisa enternecedora e introspección destructiva.

Nadie niega que es hermosa, todos se lo han dicho, todos lo creen... menos ella. El último lustro ha sido una vorágine de coplas y coplas del mundo hacia su persona, sin efecto. Eso y la muy evidente y punzante desolación por la falta de una pareja a su medida. Siempre habló de mi padre como molde perfecto, pero las frecuentes peleas que de ellos recuerdo me hacen dudar.

Como sea, mientras veía ayer los tazones, sonó el teléfono una, dos, tres veces. No quise contestar porque desde hace 5 años ninguna llamada que entra a esa casa me tiene como objetivo.

Pensé que se cortaría el ring, pero de pronto escuché el azotón de una puerta en el piso de arriba, y los pasos de alguien que corría con ritmo acelerado y trompicado, acaso desesperado y desbandado. Mi madre alcanzó a contestar.

La espié con ojos de topo desde la escalera y la vi de pie, dando cientos de vueltas sobre un mismo pedazo de suelo. Mentón abajo, ojos abiertos, cabello empapado, sonrisa plena y sólo interrumpida al hablar. Jamás conocí a mi madre quinceañera... hasta ayer.

Fueron 8 minutos de plática a larga distancia con Luis, su nueva pareja y su primer novio desde que mi padre la conquistó en 1974. Un señor de aproximados 60, completamente canoso y enteramente educado; esbelto, aficionado al futbol americano y al detalle clásico que incluye flores y la apertura de la puerta del coche, casi extinta.

En fin. Nunca había pasado la mayoría de las horas del 1 de enero con mi madre. Y menos... siendo 16 años mayor que ella.

21 comments:

MAJO said...

la quiceañera es el mejor inicio de año que te he leído

A.M.T. said...

He opinado en muchos post que has hecho. Hoy puedo decir que me llamo Andrea Márquez y soy tu fan.

Saludos desde Sonora. Nunca sueltes los textos.

Anonymous said...

Por lo que alcanzo a vr de la imagen en la foto, da más gusto ver a una abuelita quinceañera

Saludos
Ernesto

Edgar López Satow said...

Excelente mi estimado, sobre todo x el hecho de haber iniciado el año viendo ke uno de tus seres keridos encuentra de nuevo la felicidad! Un fuerte abrazo.

sergei said...

Gran final de post para gran post de inicio de 2010

Anonymous said...

WOW

Pao said...

Enternecedora la forma en que hablas de tu mami. Muchas felicidades y que tengas el mejor año de tu vida.

rubiolas said...

Muy bonito

JoRge said...

simplemente buenísimo

Olis said...

Lo importante es darse una oportunidad para seguir viviendo...después d eun divorcio, nadie quiere saber nada del sexo opuesto por muuucho tiempo y acoplarse a una nueva pareja cuesta infinidad de horas de desvelo y de darle vueltas a las relaciones interpersonales.
Un aplauso para el amor que a ella ha llegado...

Erika histÉrica said...

AMO ESTE POST. TREMEBUNDO

Alexati said...

casi ando llorando, entiendo tan bien a mi mama, que lloro, muchas veces tambien he sentido la necesidad de alguien que este aqui, seria lindo q apareciera pero creo que estoe s de hadas

tqmmmmmmmmm

Elianne said...

Pues felicidades a tu mamá por haberse dado la oportunidad de estar con alguien después de tanto tiempo, pero más felicitaciones aún para el novio por lograr conquistarla y por el nivel de mujer que se consiguió.

Flais said...

Hermosa experiencia para iniciar el año, felicidades a tu ma' que seguramente esta disfrutando todo el proceso de nuevo.

Maximiliano de H. said...

Muy, muy, muy buenooooo

Paul L. said...

Estimado Luis.
Gracias por compartir este capitulo personal de tu vida.
Gran entrada, y muy valorada.

Anonymous said...

Es bonita tu mamá! qué te pasó_?

Géométrie De L'éléphant said...

es hermoso todo lo que escribiste. Te entiendo enteramente porqué en mi caso la situacion es la misma. Soy amigo de Alex por cierto y ahora seguidor de tu blog también. Un abrazo

Anonymous said...

Cuanto ayuda ver las cosas desde una perspectiva distinta

Cheleirut said...

Pues me parece que la quinceañera encontró al Chaperón perfecto.
Por cierto, no hay duda, la belleza no te la heredó. Un abrazo

adriana said...

Hijito, va esto para que tengas respuesta a tu pregunta y a ti Luis (ya entendí que no eres Luisa), quiero decirte que entré a tu Blog, estuve leyendo y llegué a “Quinceañera”, no puedo quedarme sin felicitarte y explicar el por qué.

Voy primero a la parte objetiva: logras escribir sin los nefastos lugares comunes, esa historia podría ser tan sin chiste y con tu forma de desarrollarla y, sobretodo, la capacidad de encontrar la frase exacta, conseguiste una historia redonda. Va un piropo grande, muy grande: me hizo pensar en Benedetti y su poema Compañera, cuando concluye diciendo “quiero que lo sepas no para saber que cuento con vos, sino para que sepas que puedes contar conmigo”, o cuando en La Tregua escribe “Avellaneda no falleció, murió, solamente fallecen los que no nos importan” o algo por el estilo, seguramente leíste La Tregua, si no conoces el poema yo te recomendaría buscarlo y echarle un ojo para que entiendas a plenitud lo que estoy diciendo.

En lo personal pienso que más que una entrada de un Blog es un cuento digno de publicarse, no soy ninguna experta, pero sí un ratón de biblioteca, más bien digamos que fui, ahora ya no leo tanto.

Hay frases maravillosas como, por ejemplo, “extraña familiaridad” que dicen todo, que te sumergen en los “personajes” (aunque no lo sean), o el final “16 años mayor que ella” un final redondo. Tienes la capacidad de encontrar formas de expresión totalmente nuevas. He de serte sincera, eso no lo encontré en tu participación en Cállata o cómo se llame, tal vez sea por el tiempo o por el objetivo del Blog.

Vuelvo a lo mismo, estoy viendo Quinceañera como un mini cuento. Cuando dices “el Dueño de la fábrica” esa sola mayúscula es muy expresiva, tal vez te refieras a otra cosa, pero como lectora me trasmites alguien con autoridad ¿autoritarismo?, un “aquí mando yo” infinidad de cuestiones que dan sentido a muchas cosas, como al duelo eterno en ella y su incapacidad para reconocer su belleza, su imposibilidad para recordar los sinsabores que el hijo sí recuerda, un ser indescifrable, eso para el hijo, pues para cualquier mujer es absolutamente comprensible y no sería lógico que el hijo varón lo pudiera entender. El hogar representado en los huevos, las tostadas y el vaso de leche, contra el desayuno opulento del dinero… en fin, creo que además de la comida que les prometí a todos, tendrás que regalarme el venir a mi casa para comentar lo escrito por ti en ese Blog, una vez que haya terminado de leerlo. (Otra historia sensacional es la de la perrita), aunque en ésa yo haría algunas correcciones jajajaja ¡así soy yo!

El encontrar ¿o será que te encuentre? un hombre que te permite resarcir el daño de un divorcio es quitarte costales de años, aún y cuando en mi caso yo había "bajado la cortina" y decidido que no más, que no quería exponerme a salir nuevamente lastimada, que no tenía capacidad para tolerar más dolor y ahora comprendo que vale la pena jugársela, sobre todo cuando has aprendido de la experiencia anterior. Luis tu mamá estuvo un lustro sin pareja, yo más de dos. =) =) =) No me arrepiento, necesitaba mucho tiempo para comprender, acomodar y lograr sacar algo bueno de la experiencia además, por supuesto, de tres hijos maravillosos por los que valió la pena todo. Hijito espero que compartas esa sensación de hogar que tiene Luis ante el desayuno, tal vez no con el desyuno pero con las ¿Chewy qué? eso tendrás que explicárselo a Luis.

Luis, pocas veces tengo la oportunidad de agradecerle a un escritor lo provocado en mi. En ésta ocasión la tengo, así que la aprovecho ¡gracias! gracias por esa sensibilidad, gracias por compartir conmigo tu capacidad, gracias por tu tiempo.

El que escribe para los demás (aunque lo haga para sí mismo) llena la vida de sus lectores y a partir de hoy yo soy una y ¡fiel!

Un abrazo a los dos, o mejor uno para cada uno.

La mamita linda de Jorge