Sunday, April 20, 2008

La quema del mundo en 80 vueltas


Ninguno estaba loco por el automovilismo, mucho menos por la Nascar. Digamos simplemente que mi padre nos consiguió entradas privilegiadas para la carrera de hoy y, así, poco después de festejar mis 30 en una fiesta ochentena de 9 horas, llegamos Luisma, Gabs, Mara y yo al Autódromo Hermanos Rodríguez.

Intenso calor, 30 grados y sin idea de dónde dejar el carro para ingresar al lugar. Estacionamos mi bólido en una calle lejana, le di la bendición y caminamos en busca del acceso 12. Tardamos media hora y, finalmente, tomamos asiento en un comal de cemento que nos hizo recodar que sí tenemos pompas, al menos desde la perspectiva de las sensaciones.

Brutal exactitud. La arrancada se dio cuando pedíamos la primera ronda de cervezas y después… a iniciar el empanizado. Mara repartió bloqueador y Gabs nos presumió su manga larga recordando que en el desierto se sobrevive haciendo prosperar el sudor. Si habríamos de chorrear en las 4 horas de carrera, ella marcaría el ritmo del goteo epidérmico. Nunca fuimos tan fraternalmente apestosos.

Como a los cinco minutos, vino la primera pausa debido a un fuerte choque. Nosotros no lo vimos, pero sí atestiguamos el arrastre del carro chicharrón y, con esto, inició la sesión de preguntas de Gabs: “¿Por qué le echan arena a la zona de pits?”. Yo, con una ignorancia tan dilatada como el reinicio de la carrera, demostré que lo primero que se me estaba fundiendo era el cerebelo. “Es para el agarre de las llantas”. Como buena mujer a la que no le satisface un argumento así de descafeinado, mi amiga embistió de nuevo: “¿Pero con la arena una llanta tiene más agarre?”. “Luisma, ¿otra cerveza?”, retorció mi lengua, permitiéndome escapar por el hueco más pequeño y dejando que el silencio de Gabs fumigara cualquier duda sobre el romance entre un neumático y una capa de arena.

El freído de nuestros cocos continuó mientras brotaba una interrogante unánime: ¿quiénes eran los pilotos mexicanos y con qué número competían? Como la respuesta no nos cautivaba tanto como el ronroneo de los motores, conseguimos dicha información hasta la tercera hora del asado de vertebrados, llamando por teléfono al buen Mike, quien amablemente nos informó todo.

Para evitar que su pelvis se hiciera boligoma, por ahí de la vuelta 40 Luisma bajó para sacar fotografías más cercanas a la pista. Por ello, cuando el mexicano Adrián Fernández se embarró con un gringo de coche amarillo justo frente a su lente, supusimos que tendríamos “la foto”. Al revisar el archivo reciente de la cámara, comprobamos algo: Luisma es un excelente vendedor dentro del ramo del turismo. Era como si a Indiana Jones se le hubiese enredado el látigo en el instante catártico. Por fortuna, el desconsuelo duró poco, ya que el piloto tenochca recobró el ánimo y decidió continuar la carrera aun con la parte trasera destrozada. Los que tenemos pompas cóncavas sonreímos con esta metáfora de la vida. Y con esta muestra de valor espartano, dijimos al unísono: “Me cae que mañana llegamos 2 horas más temprano a la chamba”. Casi chillamos de la emoción.

Para la vuelta 55 de 80 no sabíamos qué estaba más rojo: si el cráneo de Luisma, las mejillas de Mara o los antebrazos de Gabs. Yo no me incluyo en la terna porque nunca he podido bautizar el punto de soldadura entre la pompa derecha y la izquierda. A esas alturas mi trasero era un waffle aguado con forma de mapamundi.

Tan guisado teníamos el cerebro que se nos ocurrió pedirle al vecino de butaca su periódico para saber más sobre los pilotos que nos hacían echar porras al aire. 45 segundos después, el rotativo yacía en el pasto, 8 metros debajo de nuestros asientos. Luisma bajó a buscarlo y, al no rescatarlo, consiguió un diario de repuesto en el que toda la información era de futbol. Muy útil para el que está en una carrera de coches saber cómo quedó Monarcas Morelia.

Como sea, el final fue emocionante y, al ver la bandera a cuadros, rematamos una tarde que fue inolvidable porque no éramos expertos en automovilismo.

Nada tan intenso como sentir algo por primera vez. Nada tan placentero como iniciar los 30 con tal nivel de adrenalina. Y nada tan surrealista como salir de una pista de carreras preguntándote no quién ganó, sino si los pilotos usan pañal durante una competencia, por aquello de que el punto de soldadura entre la pompa derecha y la izquierda puede fallar en cualquier momento… y fragmentar el mapamundi.

26 comments:

Anonymous said...

JAJAJAJA, VAYA EXPERIENCIA!! QUE BUEN RELATO, COMPADRE, Y ME DA GUSTO QUE HAYAN IDO A LA NASCAR.
APROVECHO PARA DESEARTE LO MEJOR EN EL TERCER PISO.
AHORA ESPERAMOS LA OPTICA DE LOS 3 CON QUIENES COMPARTISTE ESTA HISTORIA DE ADRENALINA.

David el Terrible said...

Pa no variar esty cagado de la risa: "el punto de encuentro del mapamundi es lo más elegante que te he oido para hablar del trasero". Yo creo que aplica el termino de "fundillo" hoy más que nunca.

Apoyo la moción: debe ser interesante lo que digan tus "copilotos".

Anonymous said...

Bandera a cuadros por tan buen relato. Ameno a madres, pones de buenas, Luisillo.
Un gran beso y felicidades treintón!!!! Conserva eso tan especial que es tu sentido del humor y de la vida.

Anonymous said...

Gracias al dueño de la fàbrica tuvimos una excelente experiencia. Caminamos, bebimos, reìmos, gritamos, nos achicharramos y asì como mis lunetas...resistimos bajo los rayos de sol.
Me declaro una nueva aficionada al automovilismo y al estruendo de los motores.
Buen domingo para empezar los 30`s.
Besos...

Anonymous said...

Dueño de la Fabrica: Gracias por los boletos.
Luis, Mara y Gaby: Gracias por un domingo tan divertido, tan ameno, tan caluroso, tan chelero, tan único.
Luis, de nueva cuenta muchas felicidades!!! Que manera de empezar los treinta!!!
Si me gustaba el automovilismo, hoy soy un fanatico consumado!!
Lo que falto comentar es que Adrian Fernandez sigue siendo un loco en la pista!!!
Ah!!! Gracias Mike por la información!!!
Un abrazo Luis!!

Anonymous said...

No mames, que chingón. Aunque la Nascar es emocionante en óvalos, ha de ser una cosa fregona lo que vieron, y además gratis.

Y, hablando de la fiesta, ya pidieron perdón por haber bailado "17 años" Luisma, Miguel y tú?. No mames, qué cagados son juntos los tres.

Anonymous said...

No manches, ya me imagino qué tronado andas entre eso y la fiesta. Nunca he ido a la Nascar.

Anonymous said...

No me gustan los autos, no me gustan las carreras, no me gusta ese deporte. jajaja

Anonymous said...

Wooow!. o sea que se volvieron fans ayer. Hace tanto calor? Ya me imagino la cantidad de borrachos también en tu fiesta de 30, jaja. Felicidades!

Anonymous said...

Y esa foto sí que es el culo del mundo!!!

Anonymous said...

Te invito un día de estos a que visites Hermosillo e intentes sentarte en una parada de camión hecha de metal a la que le ha dado el sol todo el día a una temperatura de 50 grados centígrados.

;)

Anonymous said...

'El punto de soldadura entre pompa y pompa puede fallar'... es lo más poético que te he leido mi querido Luisilo, jajaja...

Felices 30

Anonymous said...

Bienvenido a los 30's, excelente forma de iniciarlos: mucha adrenalina, mucho alcohol y mucho amor, qué más quieres?

Anonymous said...

Que el siguiente reto sea echar una cáscara en Monterrey, en esta época del año, a las 3 de la tarde.
Digo ... para completar la experiencia.
En eventos bajo el sol al mediodía es cuando uno reconoce el trabajo de los lancheros en la playa, los vendedores de refrescos a medio periférico o de los taxistas que traen un vocho sin aire acondicionado.

xosean said...

Nada me hace más feliz en la vida, fuera del ámbito familiar, que una carrera de autos. Me gusta mucho que haya fans nuevos para esta locura, ahora los cuatro han recibido una pequeña pero infecciosa dosis de gasolina en la sangre, y mucho me temo, que es incurable, progresiva y se lleva hasta la muerte.El automovilismo circulará por sus venas por siempre.
No soy un experto, pero puedo resolver las dudas que aquí se plantean:
a) La arena sirve para recoger el aceite que tira el auto luego de que se rompe el motor con el trancazo. Absorbe como el aserrín en las pulquerías, y se levanta barriendo. Si no se hace eso la próxima vez que pase un auto por ahí se derraparía y chocaría de nuevo, ya que los autos traen llantas slicks (lisas, sin dibujo).
B) Los pilotos no traen pañal, es muy difícil que les den ganas de hacer pipí durante una carrera porque se deshidratan y pierden hasta cuatro kilos, se calcula que por el ritmo cardiaco y el esfuerzo físico correr tres horas y media como ayer, equivale al esfuerzo que se hace para correr un maratón.
En caso de que sí tuvieran muchísimas ganas de ir al baño, se hacen sobre el nomex y ya. Sólo he visto pilotos dejar una carrera por diarrea o salirse del auto justo antes de la arrancada y regresar corriendo, porque los frijoles les jugaron una mala pasada.

No voy a hacer otro post en vez de un comentario, pero ahí la explicación que luisillo me pidió.

PD: Me hubieras llamado, estaba ne los pits y te podía contar lo que pasaba.

Lucas Carrabias said...

No soy fanssss del automovilismo aunque he tenido la suerte de ver carreras de Nascar, de Champcar y hasta una de Fórmula 1. Pero la experiencia de cualquier modo es divertida, incluso bajo el rayo del sol.
Ahora la petición para los que no pudimos ir a la fiesta, requiero una crónica de lo sucedido y las fotos.

Anonymous said...

No pudiste encontrar mejor foto, jajaja. No había cojincitos como los que hay en los toros???? Se ve que se la pasaron muy bien.

Anonymous said...

Que buena manera de empezar los 30 y que envidia...y que bueno que ya te explicaron lo de la arena, se te perdona por el calor y las bebidas del día anterir.

ja.

Anonymous said...

en serio con el desvelón se fueron a la nascar?
orale!!, qué padre q la pasaron bien. jajajaja

Ricardo Otero said...

... y al día siguiente, Inphi cosecha las consecuencias de su atrevimiento de hacer una fiesta y exponerse al sol cual lagartija al día siguiente...

Pero qué chido se siente hacer eso.

Anonymous said...

Fue una carrera flojona, pero te entiendo el gusto.

Anonymous said...

Me late la Nascar. acá la pasan en horario Primetime. Yo nunca he ido, pero me dan ganas. además, hay como 90 coches.

Anonymous said...

sentados en el cemento en vez de sillas acolchonadas, cervezas en vez de jumex o belights, a la luz directa del sol ams fuerte que ha habido en mexico, y viendfo coches nada glamorosos! jajaja pero q hacian ahi!
bueno mientras se la hayan pasado bien, bien! pero eso si, ya urge el glamour!
jajajaja
tqm

Anonymous said...

ay por cierto un saludo a gaby y luisma jajajaja que hace años literalmente q no los veia! jajajaja

Anonymous said...

LA NASCAR ESTÁ DE HUEVOS, ESPECIALMENTE ESA CATEGORÍA. Q CHINGÓN QUE FUERON.

Anonymous said...

jajajaja

ahora echate las 24 horas de Daytona!!!

que buena aventura! Por algo Sandra Becerril se la pasa pegada a los autos. Mi galán me platicó que esa carrera fue en particular, muy accidentada, así que seguro tuvieron mucho de donde recortar tantas horas bajo este sofocante sol.

Besos
pd: ¿cómo siguen las pompas?