Friday, June 15, 2007

Rebasando Europa por la derecha


Lo logramos. Acabamos de aterrizar en tierra azteca luego de una gran excursión de siete vertebrados por Europa.

A mi padre, mejor conocido como el "Dueño de la fábrica", ciertamente hay que ponerle una estatua no sólo por haber planeado este tour de dos semanas por Londres, París y Roma, sino por soportar a sus tres metafísicos críos (incluido el que escribe), todos con sus excentricidades bien empacadas en el equipaje.

Londres fue la primera y más extensa parte de la expedición. Pasamos allá seis días sin que nada nos faltara. Bueno, si acaso nos faltó valor para acabarnos los huevos revueltos con sabor a cortina que hacían de la especialidad del desayuno un intento de homicidio a discreción. Todos nos sobábamos la barriga por debajo de la mesa y usábamos el yogurt como Pepto Bismol emergente para mitigar nuestra guerra civil intestinal. El jugo de naranja pasaba de puntitas por el esófago para no tocar la yema que nomás no bajaba.

Fue ahí, en Londres, donde aproveché el ocio de un trayecto en taxi para enseñarle a mi sobrina Reni una canción de Molotov llamada "Por qué no te haces para allá", la cual, se distingue por ser vasta en el arte de la leperada. Para mi sorpresa, la nena empezó a memorizar versos tan pronto como mi hermana Lawrence (o sea su mamá) comenzó a odiarme por inculcarle tan soez melodía.

El resto de la expedición londinense fue un éxito. Mi mujer comandó con profesionalismo las sesiones de shopping en Oxford St., mientras que mi hermano Alex todo el tiempo buscó pareja con su cámara fotográfica. Yo, por mi parte, disfruté mucho de Inglaterra, ese país donde mi estatura me convierte en "nano".

En fin. Si el huevo revuelto inglés no afectó mi memoria, el 7 de junio dejamos el hotel y llegamos al aeropuerto para preparar la siguiente parada: París.

En la sala de esta terminal tuvimos ciertos inconvenientes. El primero fue un australiano con facha de Cocodrilo Dundee cuyo olor indicaba que se había cenado un lagarto, quien a su vez seguro se había empacado una docena de los terroríficos huevos que nos sirvieron en el hotel. Tufo insoportable. A mi padre se le empañaron los lentes y mi sobrinita empezó a recitar al revés la canción de Molotov para no llorar.

Esto sucedió en la sala 10 del aeropuerto justo cuando una empleada de British Airlines indicó en el altavoz que debíamos movernos a la sala 6. Lo hicimos en fa con tal de escapar del hedor del hombre cocodrilo.

No pasaron cinco minutos cuando un anuncio nos ordenó movernos, ahora a la sala 17. Mi padre, encolerizado, le iba a mentar la mamá a la sobrecargo del altavoz, pero su inglés demostró la carencia de malas palabras: "Hey you!, umm, ahh, well, bueno, a la goma…".

Trepamos al avión y, pa'cabarla de..., a un lado de nosotros se sentó el hombre cocodrilo con todo y su atroz olor. Alex huyó a la última fila y mi hermana Lawrence se arrimó a nosotros, así que fue mi padre quien puso a hibernar su respiración. Por fortuna, sobrevivimos y aterrizamos en París rebotando tres veces. No culpo al piloto. El avión venía tosiendo por tanto apeste.

Los días en Francia fueron una cosa elegante. Tremendo glamour, incluida la mañana en Montmartre, donde unos pintores estafaron a Lawrence y a mi padre del modo más sutil. Cuando vi que cada uno pagó 60 euros por un vil retrato a lápiz, yo les ofrecí cargar la carreola de Reni por 10 euros. El efecto de los vivales tepiteños es una onda mundial.

Nuestra última noche parisina la pasamos Mara y yo mirando la Torre Eiffel de cerca. Recuerdo haberle pedido a una mademoiselle que nos tomara una foto con esta lindura de hierro a nuestras espaldas. Para que me crean que el Efecto Tepito no es juego y que un acto de nobleza jamás puede ser 100% puro, esta tarada nos retrató bien monos, pero sin la torre en el encuadre. Para ser idiota no se necesita ir a París.

Nueve horas después, la mañana del 10 de junio, estábamos cómodos en los asientos verdiblancos de un avión de Alitalia que se parecía más bien al camión oficial de los Cañeros de Zacatepec. Los alerones peluditos de las aeromozas nos confirmaban la idea de que viajaríamos de París a Roma en un ambiente peculiar (y todavía dicen que las mexicanas tienen mostacho).

Volamos con éxito y la capital italiana nos recibió con los brazos abiertos (y el sope saludando). Aquí gozamos del hotel más moderno y el que me hizo sentirme Mr. Bean cuando, al llegar a nuestra habitación, quise prender la luz del baño y se jaló el excusado.

Qué decir de la secadora de pelo, que como aspiradora me amputó una patilla y me obligó a emparejar la otra para quedar como Forrest Gump en nuestra primera noche italiana. Habría brillado el romanticismo con mi amada si no hubiese sido por los huéspedes aledaños, quienes nos demostraron que el guayabo romano tiende al griterío sin rubor y al nalgueamiento sin piedad. Este vecino era de esos italianitos que se creen el esperma con el hilito más largo y zigzagueante.

En Roma hubo calor, hubo cansancio por las caminatas, hubo discusiones sobre si el Coliseo albergaba más gente que C.U. y hubo un intento de ligue hacia mi hermana de parte del mesero de un restaurante en Via della Vite, quien, por más pases a gol que le pusimos los dos hermanos alcahuetes (Alex y el que escribe), nomás no anotó. ¿No que los italianos muy acá?. Mucha pizza, poco queso.

El desenlace de estas dos divertidas semanas se dio ayer con el vuelo de regreso, donde por andar yo gritando como el Perro Bermúdez previo al aterrizaje en Tenochtitlán, invoqué a Oaxaca e hice que una pasajera echara completito el desayuno.

Antes de despedirme de todos, le pregunté a mi sobrinita Reni qué fue lo que más le había gustado de Europa. Ella, muy quitada de la pena, empezó a cantar algo de Molotov: "Si te duele lo que digo te sugiero que te avientes al pozoooo, con tu novio el maaariposo, el escuintle caquengue y babosoooo...".

Es bueno saber que, dentro de tanta aventura europea, nuestros niños atesoran algo orgullosamente tepiteño.

En unos años, Renata podrá cobrar 20 euros por mover la pancita y cantar esta obra maestra molotovesca al lado del Big Ben. Y su tio (el que escribe) la apoyará si se decide por esta hermosa profesión.

21 comments:

Anonymous said...

Se ve que tu viaje estuvo buenísimo, por decir lo menos. Me moria dela risa con los alerones de las aeromosas. sUELE suceder entre las italianas, a pesar de que son bien guapas.
Que bueno que estas de regrso. Muchas de éstas.

Chanfle II said...

Efectivamente Al'Italia es una mierda, creo que el Socio Águila viaja mejor. Dicho sea verdad, yo no percibí el "mostacho" de las italianas, sí sus bondades, y de los italianos, de pinche lengua me como un taco.
No me extraña que lo mejor de un viaje haya sido Molotov, aun estando en el otro lado del charco. Pero qué nena eres Inphi, porqué no le enseñaste esa legendaria frase que dice... "así es putooooo, fuck you puto bavosoooooooo".
Benvenuti

Anonymous said...

jajajajaja yo y mi camara,pues logre pasar las fotos de mis galanes europeos, antes muerto que casarme con un feo que no luzca como ellos, que belleza esos hombres, y ese mesero de Paris ohh, y James el siempre tan guapo como buen ingles, bueno pero no me aprece jsuto que Reni haya preferido a Molotov que LONDRES! no podeos permitir eso!

Anonymous said...

EXCELEEEENTE CANCIÓN!! Luis, que alivio que eres el tío de la niña y que te preocupas por su educación...mm espero que tu hermana no busque una orden del juez para restringir tu relación con la pequeña...

MAGNÍIIIIFICO VIAJE!! Espero que entre las maletas traigas el switch para regresar a la Ciudad del Asfalto, leeejos muy leeejos de Europa, en dónde siguen pasando cosas inconcebibles

BIENVENIDOS TODOS!! Es un gusto saber que Europa los trató de maravilla, los dejó cansados...pero felices.

Pd: quiero ver la foto !!
Besos

Ricardo Otero said...

Comparto la petición de Karina, quiero ver la foto parisinaaaa!!!

Dile a tu hermana que de gracias a Dios de que la niña no cobró 10 euros por cantar a Molotov en la Plaza de San Pedro, por eso de las lecciones tepiteñas.

Unknown said...

rIncreible el viaje y maravillosa experiencia!!!
Con todo y molotov la canción de la cenicienta en tono Lola Beltrán...creo que los taxis no hacían la parada cuando nos veían porque ya estaba advertidos que habían unos tenochcas con una niña que cantaba todo el camino en los taxis, y vaya que cantaba con ganas.
Lo de nuestro amigo que olía a cocodrilo...no manches!!! Eso de los aromas europeos...
Algo que aprendimos del viaje, es que Iberia no tiene asiento B, en verdad que después de 20 minutos de movimientos en el avión que nos llevaría al primer destino lo entendimos, para fortuna de los que iban adelantre, atrás y a los lados, quienes nos auguraron un tremendo y complicado viaje, pero por fortuna todo salió MARAVILLOSAMENTE EXTRAORDINARIO.
Gracias al Dueño de la Fábrica por tl experiencia, a mis cuñados por la compañia y a mi marido por hacer todo aún mejor.
TE AMO!

Anonymous said...

Creo que cuando se entona la clásica frase de viajar ilustra no tenían precisamente consideradas las lecciones que le diste a tu sobrina, pero en fin, te ganaste el título del tío alcahuete y seguramente el cariño y la confianza de la pequeña soprano.
Que bueno que disfrutaron el viaje, que conocieron las linduras de la cocina inglesa para que dejes de ser tan remilgoso con los platillos que se realizan con verdadera maestría en tierras defeñas. No creas que es tan fácil realizar sopes y tacos en pleno eje víal.
Es bueno tenerlos de regreso, se les extrañó, y que mejor que se la pasaron de pelos.
Lo único lamentable es esa orden de aprensión en tu contra Carro, eso de traerse el Big Ben fue bastante manchado, jajaja.

Anonymous said...

Ay hermano, aun me sigo riendo después de esa maravillosa experiencia en el taxi londinense donde tú y Reni me deleitaron con la famosísima canción ........que te avientes al pozo con tu novio el mariiiiiposo, ......... más su tono Beltranezco en la canción de la Cenicienta, me he reido tanto que de no encontrar baño pronto en el museo de cera no se que hubiera sucedido. Es verdad, han sido maravillosas experiencias: los 20 min que hicimos esperar a los pasajeros que abordaron después de nosotros en el primer vuelo a Madrid, porque mi papá se hacía bolas con los boletos y pedía y pedía de manera insistente que todos nos formaramos por filas, tomáramos estaturas y le diéramos los boletos para ver quién iba dónde y porque la fila 25 estaba desfazada jajajajajaja, sin contar los olores, las aterrizadas de miedo, las experiencias con los taxistas que nos huían, los huevos revueltos que con el paso del tiempo y el cambio de lugares se pusieron aún peor..... sin contar con su maravillosa idea de casi venderme al mesero italianito que insistía en regalarme a huevooooo un postre, no no no, muchas cosas que contar, pero gracias a todos por hacer de este viaje una experiencia tan feliz, gracias a mi maravillosa hijita quien no se de donde sacó fuerzas per aguantó todo el viaje sin problemas

Los amo

Anonymous said...

Tengo ganas de ver cómo quedaron tus patillas. jajajajajaja

MOU said...

Y ustedes que se rompieron la cabeza inventando la historia de "Irineo mi'jo", no tienes verguenza Carrillo, tu no necesitaste esperar tu primer vastago para comenzar a enseñar el cobre y la jerga con tu pobre sobrina que si no fuera por ti y tus asuzos tepiteños ya estaría rumbo al primer mundo. Como que Molotov en un taxi!!, si ya tuviste la condenable idea de tomar un taxi en londres (que más bien parece que uno paga la mensualidad en la dejada) por lo menos le hubieras inculcado algo de caché a la hermosa Reni.
¿Who's the cat now?

xosean said...

Lo pintas como si fuera "Los Beverly de Peralvillo atacan Europa" o como "Cinco nacos asaltan Roma" y no creo para nada, que tu bella familia se acerque a eso. Qué bueno que tu papá tuvo esa idea, cuando sea grande quiero hacerlo mismo con mis chaparros... bueno, primero quiero dejarlos encargados para ir con Cyn, luego ir cuando sean unos niños menos dependientes y finalmente hacer el tour tipo Carrillo.

Anonymous said...

jajajaja y lo que faltaba pues si efectivamente si pi tambien cantar a reni la cancion de molotov pero luis esto que? osea por dios mio! en vez de que hablemos de lo guapos que eran los chavos hablamos de los nacos de MOLOTOV!? dios mio con razon dicen que se acabara el mundo pronto, espero no seguir virgen pera ese entonces porque seria un muy muy triste morir jajaja

Anonymous said...

CON QUE ME QUEDO DE LO MEJOR DE ESTE VIAJE: LA ANSIEDAD DE LOS ´PREPARATIVOS, EL PASEO EN NOTHING HILL, LAS NOCHES A LAS ONCE EN SOHO CON LA TRIBU, EL PASEO EN EL RIO SENA, EL INSTANTE EN MONTMARTRE ESCUCHANDO A UN CHELISTA PARISINO Y COTIDIANO REGALANDONOS EL AVE MARIA DE GOUNOD O CONCIERTO DE ARANJUEZ, CON UN PUBLICO ANONIMO DE VISITANTES QUE, POR FAVOR CREANLO, ESTABAMOS LLORANDO DE LA EMOCION, O LA ALUCINANTE EXPERIENCIA EN LA CAPILLA SIXTINA, EN FIN MILES DE ESTE TIPO DE VIVENCIAS, REPITO CON CUAL ME QUEDO. SIN DUDA CON LAS RISAS Y LOS LLANTOS DE MIS COMPAÑEROS DE VIAJE, CON SUS ALEGRIAS, CON SUS CARITAS DE SORPRESA, CON LA ESPONTANEIDAD DE SUS BROMAS, CON SU INFATIGABLE DISPOSICION PARA VIVIR Y SEGUIR VIVIENDO.
AL FINAL ME DIGO: PARA QUE FUE HECHO UN PADRE SINO PARA HACER O TRATAR AL MENOS DE HACER FELIZ A SUS SERES QUERIDOS. QUE FELIZ SE PUEDE SER VIENDO SER FELICES A QUIENES AMAS. YO HE SIDO INMENSAMENTE FELIZ EN ESTE VIAJE.
P.D. SIN EMBARGO QUE ABUSO DE LUIS AL JUZGAR MI INGLES, QUE CULPA TENGO DE LAS OMISIONES DE MI CURSO DE INGLES EN CASSETTES ( SI NO HABIA DVDS EN LOS INICIOS DE LA CIVILIZACION) DE "INGLES SIN FRONTERAS", COMO IBA A LIDIAR CON LA EMPLEADA DE BRITISH POR LOS CONTINUOS CAMBIOS DE SALA SIN LO UNICO QUE RECUERDO DE MI CURSO ES: FASTEN YOUR SEATBELTS.

Anonymous said...

Jajajajajaja .....Oye pero no puedo dejar de reíeme con el comentario de mi adorada cuñada al aterrizar en Madrid y sonar de fondo (no tengo idea porque) una canción de Intocable: "Pa´que no extrañes cuñis!!!!!!.......

No tienen abuela, casi me muero de la pena

Jorge Jair Melendez said...

Espero que algún día la idea de visitar Italia me resulte más atractiva que tomarme una horchata de chufa en la Plaza de Catalunya (por milésima ocasión), para asi poder comentar sobre tus tres escalas.
Quitado el estorbo italiano de enmedio, puedo decirte que has estado en dos de las ciudades más acojonantes del Viejo Continente.
No sé si sea justo compararlas, no sé si sea justo comparar cualquier par de ciudades.
Londres tiene algo, algo que no está en ningún edificio ni en ningún puente, es algo que flota sobre la ciudad que la hace mágica. Hay que estar ahí para medio entender a lo que me refiero.
Y bueno, París... París.
Necesitaría algo así como 25 mil caracteres para describir una ciudad como esa... Desde la plaza de Trocadero y hasta el barrio más raspa, caminar por París es un placer que no tiene nombre. Además, en la Ciudad Luz tiene lugar el fenómeno de "despoblamiento" más singular que he visto: hay más gente paseando a su perro que a bebés... Amo París!!!

Anonymous said...

Benditos niños!! Siempre se alegrarán con lo menos esperado...pero qué bueno que estás de regreso y que todos volvieron completos (no así bien desayunados)...también voto por ver esa foto en París, recuerda que hay nacos y gente con mente refractaria aquí y en China...

Anonymous said...

Gracias por hace mi mañana más amable. Me reí como loca.

Saludos a nuestros peludos compas europeos.

Anonymous said...

Al menos quedó en tu sobrinita el recuerdo de Molotov y no el perfume del australiano ese, aunque claro, quizá algún día te sorprenda con alguna composición alusiva...
Se ve que se la pasaron bastante bien, el photoshop puede ayudarte a enmendar el encuadre de esa foto parisina, pero nada como unos buenos tacos para olvidarte de los intentos de omelette inglés, en fin, lo que no sabría es cómo hacerle para olvidar un frame de las visagras de las azafatas italianas.
Muy buena crónica, y muy buena forma de transportarnos del otro lado del charco, sin millas de vuelo de por medio!

Anonymous said...

Realmente ha sido bastante buena tu crónica, casi me destornillo de la risa, sin embargo veo que haces una gran omisión, y del helado? No hay nada que decir?
Además, debemos reconocer como a la verdadera heroína del viaje a Reni. Qué linda se portó. Claro todos hicieron un gran viaje, fue inolvidable. Ojalá lo repitan.
PD. No nos comentaste que tal estuvo la Champaña que se tomaron tú y Mara debajo de la Torre.

Anonymous said...

Bien dicen que Italia es México en Europa, pero los franceses definitivamente no se quedan atrás. Lo que viviste es sólo una de tantas pruebas que dan los ciudadanos galos de su repudio por los visitantes a un país que, sin los habitantes comunes, es decir, sólo conservando a Alizeé, a los escritores, pintores, poetas, y quizá músicos, bien podría ser el paraíso terrenal, pero no, ¡tenía que haber franceses!

Es como le pasa a Monterrey, si quitas a todos, pero toooodos los regios (quizá se salven algunos cuantos que no le vayan a Tigres y Rayados o el pensador Alfonso Reyes) sería una ciudad muy bonita.

En fin, lo que yo, en mi particular punto de vista, rescato más de tu viaje, es que pisaste tierra santa (Inglaterra), y qué bien que te la pasate chingón.

Saludos,

Anonymous said...

Si hermano, no se comentó nada acerca de la estafa del helado de 20 euros ja ja ja

Y que si la piccola Reni fue la princesa, claro!!!!!!!