Sunday, November 3, 2013

Un domingo cualquiera

Casi 8 de la noche. Mi hijo tirado en el piso de la cupcakería, inundado de risa. La rebeldía más inocente del oeste.

Ya fuimos al parque y nos plació quedarnos hasta noche, cuando ya no hubiese nadie.

Luego nos marchamos para comprar y morder donas de varios sabores y nos llevamos una más a casa para los antojos de madrugada. Después compramos dos discos, uno para él, uno para mí y, cuando era tiempo de volver a casa, decidimos que no sería así.

Cinco kilómetros sin rumbo fijo y peloteando canciones de mi niñez en su ahora niñez. Lloviendo y con el vidrio abajo, entrando el aire y olvidando que mamá se enojaría si nos viera masticando viento.

Última parada: la mencionada cupcakería, completamente vacía, sola para que elijamos en total libertad. 8:03 PM y tiempo de decirle al Astronauta que se levante del piso. Él lo hace y le lanza a la chica que nos atiende un coqueto "adióoooos" que la hace esbozar una sonrisa sincera. Antes de salir del establecimiento y mientras busco las llaves del coche, siento de pronto que este pequeño hombrecillo de incalculable carisma se abraza a mi pierna derecha y coloca su mejilla en mi muslo. Es su modo de decirme tantas cosas. Es su forma de romperme en dos.

Enderezamos camino a casa, no sin antes volver a cantar de noche con el viento entrando por una de las ventanillas del auto para irse directito a contaminar nuestros pulmones. Hoy vale todo.

Casi a las 10 PM recuesto a mi hijo en su cama y le agradezco esta rebeldía inocente, estas carcajadas y esta complicidad tan frecuente. Es un domingo cualquiera en el que no celebramos nada, excepto que es el típico rato que se convierte en uno de los mejores días de nuestras vidas. Porque no hay razones y sí muchos motivos.

Porque lo que no tiene nada de especial termina siendo lo fundamental en la vida.

4 comments:

Cecilia said...

Increible

Alexati said...

Me encantó!!!!! Y así suelen ser los mejores momentos en la vida, cuando no son planeados, pero lo que de verdad me encanta es cuando mi sobrino adorado abraza a uno sin esperárselo o dice esas cosas estilo "Adióooooos" jmmmmm, lo adoro! Tengo a unos sobrinos hermosos
Y sin duda la mejor familia!
Los amo muchísimo!

Pam said...

Esos momentos que te hacen sentir vivo!!!

Maye said...

UN RELATO VERDADERAMENTE SENCILLO Y BELLO A LA VEZ, CUANDO MENOS PLANEAS LAS COSAS ES CUANDO TE SALEN MEJOR. TU ABUELO ESTARIA SUMAMENTE ORGULLOSO DE TI Y DE VER LO EXCELEN TE QUE ERES PARA ESCRIBIR, LLENO DE SENSIBILIDAD COMO EL.tqm