Tuesday, December 29, 2009

Rebelión


Nunca hubo canción más catártica. Nunca hubo mejor momento para usarla como espejo de un año extremo, seguro el más extremo de todos.

El concierto se dio en 2005, en el festival de Coachella, en Indio. Mi mutación se dio en 2009, en muchos lugares, en muy raras circunstancias.

Me convulsionó el año, pero quedé vivo y aún arqueo los ojos a mi estilo.

Que ya acabe, que ya inicie.



Every time you close your eyes
Lies, lies!
Every time you close your eyes
Lies, lies!
Every time you close your eyes
Lies, lies!

Friday, December 25, 2009

Filisteo a caballo


La cena de Navidad siempre es una cosa de sentidísima elegancia. Siempre diferente, siempre inusual.

Después de años, anoche volví a casa de mi madre a una cena navideña marcada por los tradicionales chistes de mi primo Charlie (debería cambiar su chamba y convertirse en Bananito para hacerle competencia a Platanito), por la sostenida pose de diva de mi querido hermanito mamador, Alex, por las risas de mi tío guanajuatense, Javis, y, para sorpresa de muchos, por el vestido tipo Juan El Bautista que sacó mi madre de una tienda de filisteos o apóstoles en pleno Siglo XXI (una onda como túnica, pero que se veía rara en combinación con las botas que usó, como tipo gladiador mamado). Era una onda entre Goliath y Barrabás.

Pero más allá de la narración meticulosa de una velada que reunió a Los Sánchez con todo y sus cachorros que ya de cachorros no tenemos ni aquella babita que no daba asco, lo interesante fue la "Operación Caballito" que, de golpe, inició en la madrugada por ocurrencia de alguno de los peregrinos guanajuatenses que conforman a mi familia materna y que querían rasparse la laringe con tequila.

Y el resultado fue: el primer caballito de tequila (de hidalgo) en los 54 años de vida de mi santa madre, con todo y su túnica de filisteo. Eso nos da un promedio raquítico de un caballito cada medio siglo. El chiste es que hizo una cara de pasita que, bueno, parecía que se estaba tragando un puñado de tachuelas. Creo que hasta se le olvidó organizar el arrullo del Niño Jesús a partir de ahí.

Y ya luego, cuando le quise sugerir su segundo caballazo de vidrio, se puso pantera y vociferó: "¡¡No, Luis, ya no van a tomar de esos más tequila!!. Una conjugación con gruñidito digna del borracho tipo AA (agresivo y atascado). Echó la flema en el regaño y bajó el arma, azotando el vasito en la mesa (¡como se brinda, carajo!). Dejó en claro que, a su edad, mi santa madre tiene todo para ser requete tequilera. Parecía Goliath parrandero antes de que David le pusiera en su madre.

Según sé, hoy viernes 25 de diciembre, doña Rocío ha ido a Misa a confesarse. No sé si por chupar o por los milenios que tardó en hacerle "arre" a los caballitos.

¡Viva la Navidad!, ¡viva Juan El Bautista!, ¡viva Goliath!, ¡viva Gladiador!, ¡viva mi madre, la güerita piernona!, ¡vivan los filisteos borrachos!

Thursday, December 17, 2009

Y un andar de no ser de acá


Tiene algo el track 7 de "La Lengua Popular" que Calamaro lanzó recientemente. Parece una melodía perezosa, pero no lo es. En todo caso, es la más melancólica de una fila de 10 que pude haber elegido.

Se titula "Cada una de tus cosas" y habla de sonrisas verticales, de andares de no ser de acá, de rumbas que no saben si son rumbas, de momentos, de eternidad, de pechitos inquietos, de vértigo, de todos los días y de todos los segundos.

Para un año frenético, trepidatorio e impensable, estos 3 minutos y 28 segundos parecen un bálsamo justo. Pienso en el fin de una tormenta y en la evocación de una posterior búsqueda de arándanos que resuelvan sed, hambre y sinsabores.

A veces ha sido duro ir detrás de Dios. Ahora, a mis 31, es chingón encontrármelo de modos diversos.

Agoniza el año y la seguiré escuchando todas las veces que sea necesario.

Sunday, December 6, 2009

Stacy Ann Ferguson


Sí, desde años atrás traigo un crush con ella.

Y es severo.

Thursday, December 3, 2009

Brassiere abajo


A veces la vida se pone loca y se quita el brassiere.

Y uno le mete mano y encuentra nubes con forma de jabalí, sabores a desamor y amores que calientan más que un horno.

Volcanes que dicen serlo, pero que no volverán a estallar, besos que jamás cuajarán y sonrisas que uno espera y que nunca llegarán. Parejas con la carne cruda para siempre y amores bien cocidos desde el primer flamazo. Otros... piden término medio.

Lagos sin rumbo trazado, amargura que se disfruta e inquietud que se agota. Gente que respira hasta el agua y otros que se ahogan suspirando. Tiburones que perdonan y mariposas que destazan. Colmillos que cobijan y caricias que mutilan. Gacelas que no quieren y tortugas que no pueden. Tragedias que hacen reír y fortunas que no impiden llorar.

De pronto, uno se topa con que el soplido en un dedo... excita más que una camiseta mojada.

Lo dicho. A veces la vida se pone loca y se quita el brassiere.

Y a veces... también la tanga.