Tuesday, October 28, 2008

Suzie Marie Toller y Kelly Lanier Van Ryan


"Wild Things" llegó a las salas de cine en el verano de 1998, concebida por el vox populi como "la película donde se besan dos mujeres" .

Los hombres que nunca dejaremos de ser una variante carnosa de esperma, asistimos a la función con tintes esperanzadores respecto a la trama de la película. Íbamos decididos a ver 108 minutos con tal de paladear "esos 5 minutos". En la era paleozoica de la internet, donde competían servidores como Lycos, Yahoo! y Excite, alguien había adelantado en pantalla la información de una escena que incluía un beso francés entre Neve Campbell y Denise Richards.

Se dice que los besos entre dos mujeres manipulan las pláticas de 100 hombres. No lo dudo. En aquel entonces (mucho antes de que Madonna y Britney se robaran los premios MTV con el "kiko" más mediático de la historia) Neve y Denise protagonizaron el génesis del efecto lésbico en la pantalla grande, sin que esto formase parte de la entonces ya muy sofisticada industria porno. Si a esto se le suma el hecho de que a los 20 años de edad, el 99% de los empeños adolescentes masculinos son sexuales, pues.....

Como una porción del crecimiento de todo hombre está destinada al deterioro de su cabecita, llegamos al cine puntuales, pero sin saber cómo comportarnos al haber cometido un error capital: fuimos con las respectivas novias. Esto es como ir al Cine Teresa, acompañados por nuestras abuelitas, y pedir un chocolatito caliente en la "confitería" de la sala.

Todavía recuerdo la fingida tos a discreción de mi cuate Willy cuando "la escena" se aproximaba, como dándonos la señal. Todas las mujeres se dieron cuenta de ello y prepararon el cascabel para viborear lo no viboreable. Así pues... llegó el momento: la versión descapotable de Neve y Denise apareció en pantalla. Un silencio ruidoso se esparció por la sala y a todos se nos hizo un nudo en la próstata al ver algo de tal intensidad y sin cáscara. Mi entonces novia estrujó mi mano al no poder apretarme otra cosa. El resto de la película... nadie lo recuerda, pero hablando con la franqueza más pura, no conozco a un hombre que hace 10 años no quisiera ser Matt Dillon.

Sin exagerar, aquel momento de la historia, junto con el del súbito cambio de los viniles al CD, fueron los dos más drásticos para la generación a la que pertenecemos quienes rondamos los 30. Aquel beso fue, a fin de cuentas, el sabor de lo imposible. Lo demás fue "después de"...

Para muchos de mi generación, esta fantasía, tal y como la conocemos, se inventó en 1998. Hoy la conmemoramos:

Thursday, October 16, 2008

Una manzana (de preferencia roja)


Hace poco más de un mes le detectamos una nubecita azulosa en el ojo derecho a Joshua, mi golden retriever que ha sido mi mejor amigo desde que dormía en una caja de televisión y se orinaba feliz de la vida en mi regadera, hace casi 11 años.

El veterinario lo analizó, hizo pruebas de luz a las cuales reaccionó y luego lo sometió una cirugía en el que le fueron retiradas un par de bolitas. La convalecencia fue aparentemente buena, mi perro ha estado activo, pero esta semana volvió a brotar una ligera nube azul en su ojo. A mí, en tanto, se me volvió a nublar todo y me siento fuera de foco.

Nuestra ruta habitual inicia en la curva de Mantúa, tomamos Cannes, Josh se apodera del penúltimo árbol antes de dar vuelta en Carrara, avanzamos en línea recta, provoca al furioso perro negro que casi se degolla con la reja, continuamos, tomamos San Remo a la izquierda, cruzamos Siracusa y volvemos a Mantúa desde su otro extremo. Poco antes de llegar a casa, un boxer macho, tan sólo de ver que se aproxima mi gran amigo, comienza a morder y a tratar de romper la manguera de sus dueños. Antes, Joshua le respondía ladrando fuerte; ahora parece un viejo relajado y sabiondo al cual le tiene sin cuidado marcar territorios que nunca fueron suyos.

La llegada a casa de mi madre no cambia. Una última gotera en el árbol que nunca reclamó ser bañado en oro durante 10 segundos, y vamos adentro. Avanza tranquilo, toma agua y se queda mirándome desde el patio hasta saber que entro con bien. Podrá ya no ser joven, pero Joshua nunca ha perdido su vocación de vigía. Como no le basta mi agradecimiento por ello, una manzana (de preferencia roja) sella el equilibrio de nuestra amistad.

Porque soy un miedoso y porque sufro de cataratas pasadas que me remontan a la ocasión en que Josh fue atropellado y tuve pánico de perder a mi mejor amigo, hoy estoy más callado que nunca. Quizá estoy aprendiendo a ser como él cuando está en su casita: meticuloso, reflexivo y silencioso. Las matemáticas caninas no corresponden a las nuestras y por eso, aunque yo le llevo 19 años de vida, él tiene algo así como 47 años más que yo.

Si yo le pedí un sinfín de veces que no chillara, cómo le hago ahora para ser congruente y no berrear al verlo mal. En este mundo, hay dos expresiones que a mí en particular me resultan entrañables: el llanto dibujado de un mimo y el pesar de alguien por el sufrimiento de su mascota. Dolores silenciosos que poco se comprenden.

Este fin de semana, Josh y yo no tomaremos nuestra habitual ruta de paseo, ya que saldremos rumbo al veterinario para que le hagan un nuevo estudio en el que se intentará confirmar si su ojito es un simple foco fundido y o si es que se está apagando.

Lo más irónico es que mi amigo, siempre entusiasta, se trepará al coche con el mismo gusto de los paseos que terminan en una manzana (de preferencia roja), mientras que yo, más joven y más sano de los ojos, iré nublado y confundido... como perro sin dueño.

A Thousand Hours...

Thursday, October 9, 2008

Con todo y hueso


Hay momentos en la vida que se sienten como si el corazón estuviera en el lado derecho del pecho. Momentos que son simplemente... diferentes.

Tras llegar agotado hace unos minutos de un concierto de más de 2 horas, recordé la causa por la que James me fascinaba hace 10 años: es una banda diferente, toca diferente, la voz es diferente, sus rozones al oído son diferentes, su logo es diferente, sus letras son diferentes, sus reproches a lo cotidiano son diferentes, y las descargas eléctricas que el vocalista Tim Booth nos proyecta son, sin duda, un tipo de baile... diferente.

Y para este espectáculo diferente, no había de otra: debía vivirse en otro lugar, en otra ciudad y en otro ambiente. En Guadalajara, en un espacio de no más de 2 mil personas y en un foro íntimo que vibró a contrapelo de aquellos grandes estadios en los cuales somos tantos que al final no somos nadie.

A las 9:46 PM, en el intervalo entre la séptima y la octava pieza, le dije a mi amada norteña que presentía la llegada de uno de esos momentos diferentes. De pronto, inició "She's a Star", mi predilecta, el motivo a la medida para destruir a quien sabemos que nos desea o para ser destruido por quien no nos anhela. Sonó "Play Dead", luego "Out To Get You" y un poco después "Tomorrow". Quienes conocen bien al grupito de Manchester, saben que estas cuatro piezas son los bollos con los que James suele acompañar una deliciosa cena de lágrimas secas y sufrimiento sabroso. No se digiere nada y, sin embargo, uno siente que se tragó el pasado completo, con todo y hueso.

Nos preguntábamos Mara y yo qué era lo más especial de una noche como la de hace un rato. Si el lugar, el aire fresco, los besos interrumpidos por el abrupto comienzo de un tema añorado o los contoneos de anguila de Booth, un tipo calvo que al bailar parece estar siendo agujerado por un millar de fusiles.

Justo cuando buscábamos las palabras para explicar esta maraña de sensaciones, dio inicio "Top Of The World"... y la necesidad de decir algo más se esfumó. Estábamos sintiendo con el corazón del lado derecho, bebiendo cerveza y comiendo pasado, con todo y hueso.

Una velada distinta. Una noche que accidentalmente se pareció a todas las demás noches.... que han sido diferentes.

SETLIST
Lose Control - Dream Thrum - Oh My Heart - Waterfall - Seven - Ring The Bells - Bubbles - Hey Ma - She's A Star - Play Dead - I Wanna Go Home - Out To Get You - Upside - Say Something - Tomorrow - Sit Down - Sound

Just Like Fred Astaire - Sometimes - Laid

Top Of The World - Getting Away With It... - Born of Frustration

Thursday, October 2, 2008

La madre de todos los osos


Abro la siguiente conversación por messenger (MARTES 23):

Vaqueros 3-0 dice: Puto, q tengas un buen día.
El mártir dice: Lo siento, no soy Luis, soy su mamá. Luis me prestó su computadora
Vaqueros 3-0 dice: Lo sientoooooooo, señora.
El mártir dice: No hay cuidado mijo, asi pasa entre chavos, supongo. Al menos le deseas a mi hijo un buen día.
Vaqueros 3-0 dice: Jajaj. Con la grosería incluída, que pena... Es que asi nos llevamos su hijo y yo, pero en verdad lo siento, le pido una gran disculpa
El mártir dice: De verdad no te preocupes mijo, que tengas un bonito día
Vaqueros 3-0 dice: Y espero q usted también tenga un buen día, de verdad perdón. Saludos.

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Ahora expongo una segunda charla cibernética (MARTES 30):

David dice
: Inphidelius, qué pedo, qué putas cuentasssss???
El mártir dice: Hola, lo siento, soy la mamá de Luis porque me prestó su computadora.
David dice: Nooooooooo!!!!!!!!, señora, mil disculpas le pido y otras mil más le ofrezco...
El mártir dice: Sin cuidado mijo, a veces pasa y entiendo que así se llevan entre ustedes.
David dice: No, no, no, perdóneme por favor, va a pensar que soy un peladazo y un barrbaján, a veces le juro que no eh? jeje
El mártir dice: De verdad no te preocupes, yo le digo a mi hijo que lo mandas saludar, ja
David dice: N'ombre, eso ya pasa a segundo plano, tengo ganas de que se le olvide lo que dije. Le mando un saludo y voy a guardar el oso que hice a su cueva. Bye señora, que pase buena semana.
El mártir: Cuídate mijo, pasa lindo día.


Dos amigos, dos conversaciones, dos osos del tamaño de un T-Rex y un millar de disculpas para mi madre, quien por cierto, nunca de los nuncas se habría sentido ofendida porque, sencillamente, jamás leyó ni se enteró de las palabrotas que mi compadres Héctor y David me dedicaron en el chat.

Siempre fui yo.